De la Autovía a la deuda externa
Por Lea Ross para Radio Panamericana
El próximo viernes 22 de mayo, se vence el plazo de la propuesta lanzada por el Gobierno Nacional para el canje de deuda propuesta a los acreedores. Si los tenedores de deuda no lo aceptan, Argentina entraría en un default definitivo. El principal dueño de los bonos de deuda es el fondo de inversión BlackRock, que también es accionista de distintas empresas que explotan el yacimiento Vaca Muerta, pero que ahora, con la crisis económica mundial que provocó el parate de fabricación y transporte, el negocio petrolífero se convierte en una mala inversión. De ahí, la insistencia misma de los bonistas de exigirle al Estado cuál es su plan económico para generar las divisas necesarias para paliar la deuda a futuro.
Evidentemente, las fichas se ubican en las actividades primarias, que además de la mencionada se encuentra la mega-minería y la venta de commodities del agronegocio (soja y maíz). En ese punto, las distintas narrativas se exponen a contrarreloj.
Todos los caminos
Más de un habitante del Valle de Punilla ha estado rememorando la audiencia pública por la Autovía de Montaña, llevada a cabo hace dos años. Hasta la fecha, ha sido la más duradera que tuvo la provincia, por lo menos en la temática ambiental. El siguiente video, aparece esterilizado por su humilde servidor, con un peinado y vestimenta digno de alguien sacado en alguna dimensión creada por Tim Burton. En ella, además de comentar detalles técnicos del estudio de impacto ambiental y de la relación entre política y obra pública en la provincia, la exposición comienza con una profundización, más que polémica, sobre la necesidad de interrumpir la palabra, cuando la instancia ya estaba poniéndose álgida.
https://www.youtube.com/watch?v=VUe7DjFSfHI
Durante las exposiciones, se encontraba la teoría que la autovía formaba parte del mega-plan continental de infraestructura IIRSA. En el tramo final de la audiencia, en la terna de exposición de preguntas formuladas al ingeniero Francisco Delgadino, director del IISPI –instituto creador del estudio ambiental por encargo de la Provincia-, solo una de las centenares de dudas apuntó sobre la posible relación del proyecto vial con el IIRSA, además de coincidir con sus dos iniciales. Delgadino confirmó que se tomaron “detalles técnicos” del mismo y que si la duda era de por qué en la millar de fojas del estudio no había ninguna mención del mismo, no había problema en agregarlo.
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Creado en el año 2000, el IIRSA (Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional Sudamericana) fue impulsado para entrar en sintonía con las distintas economías de Sudamérica mediante la ejecución de proyectos de rutas, líneas férreas, represas, puertos, estaciones petroleras, etc. Distintas organizaciones sociales advierten que esta propuesta retroalimenta aún más la primarización de la economía en la región, profundizando aún más las problemáticas ambientales que eso atañe.
Compuesta por distintos ejes, la Autovía de Punilla entraría dentro del Eje Mercosur-Chile, que vincula los principales centros económicos, ciudades y puertos del territorio que cubre partes de Argentina, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay. “Hacia el futuro, se prevé la continuación del esquema de desarrollo basado en una combinación de alta producción agropecuaria, agroindustria, industria de transformación y prestación de servicios diversos. La alta producción agropecuaria por su parte, creará nuevas presiones sobre la infraestructura existente”, señala en uno de los documentos de archivo referidos al mencionado eje.
La Autovía de Montaña estaría específicamente dentro del proyecto MCC96, que describe un “mejoramiento de la Ruta Nacional 38” y un “by-pass al norte de las Sierras de Córdoba”. Reacondicionar la ruta en sí parece descartada para los funcionarios públicos locales. De ahí que la autovía de Punilla, con mucho más espacio para la circulación de vehículos, permitiría el transporte de carga de granos que tanto demandaría para la producción del agrobusiness. Incluyendo los campos de soja y maíz transgénicos de la ciudad de Cosquín, únicas de su tipo en el departamento.
En una exposición de diapositivas del 2008, uno de los especialistas que trabajó en la elaboración del eje Mercosur-Chile del IIRSA reconoce que, entre los “Temas Ambientales” a tener presente, toma como primer punto los “impactos socio-ambientales derivados de la construcción de rutas”, además de otras problemáticas no menores como el déficit de agua potable, disposición de residuos sin su tratamiento, inundaciones y el “excesivo (sic) uso de fertilizantes y pesticidas en Argentina”.
http://www.iirsa.org/admin_iirsa_web/Uploads/Documents/mer_asuncion08_vn_mercosurchile.pdf
Hoy en día, los distintos integrantes del UNASUR llevan una década que no mencionan al IIRSA. Pero sí levantan vuelo algunos de los fragmentos de sus proyectos. Un ejemplo concreto, y que forma parte del IIRSA, es el llamado Corredor Interoceánico o Bioceánico, que une al puerto de Porto Alegre (Brasil) con el puerto de Coquimbo (Chile). A partir de allí, la exportación de soja destinada a China tendrá la posibilidad de ser traslada para ir directo al océano Pacífico, en lugar de trasladarse hasta el puerto atlántico y los buques se ahorrarían los viajes marítimos a recorrer.
La última vez que el Gobierno de Córdoba trató el tema fue a finales de febrero, cuando todavía la cuarentena nacional era una mera especulación sin concretar. En el Centro Cívico “El Panal”, el gobernador Juan Schiaretti había recibido, entre otres, al presidente del Parlamento del Mercosur, Oscar Laborde; la presidenta de la Delegación Argentina del Parlasur, Cecilia Britto; el presidente del bloque del Frente de Todxs, Víctor Santamaría, que a su vez es dueño del diario Página/12; el presidente del bloque Argentina Federal, Herman Olivero; el diputado nacional Eduardo Valdéz; y Jorge “el Zurdo” Montoya, que es el secretario provincial de Integración Regional (título parecido al del IIRSA). Allí, permanecen sonrientes luego de que el corredor fue mencionado al pasar.
Foto Gentileza Economis.
Un mes después, Montoya, el encargado de mantener la “integración regional”, asistió a la primera reunión del año del Foro Empresario de la Región Centro. Allí, el mandamás de Schiaretti recibió un documento denominado “Declaración de Santa Fe”, elaborado en el sexto Encuentro Institucional Empresario de la Red del Corredor Bioceánico Central (RedCBC), tal como lo señala la página de la Federación Comercial de Córdoba, bajo el pedido de seguir avanzando con el corredor. En ese entonces, faltaba una semana para que el país empezara su cuarentena obligatoria, poniendo un freno al avance de esas obras.
Zurdo Montoya, previo a recibir los pedidos para fogonear parte del plan IIRSA.
El camino
Para cuando termine la cuarentena, Argentina padecería una de sus peores crisis económicas, incluso más aguda que la del 2002. Frente al “corona-crisis”, la socióloga Maristella Svampa y el abogado Enrique Viale lanzaron una propuesta para crear un “Pacto Económico y Eco-social” para poder evitar una catástrofe, compuesta con cinco puntos:
1) Lanzamiento de un Ingreso Universal Ciudadano, donde se le otorgue un ingreso a cada habitante por el mero hecho de existir;
2) Reforma tributaria progresiva, donde las personas que más tiene son los que más tendrían que tributar. Y eso no solo se reduce a un “impuesto a las riquezas”, sino también una reforma financiera, de herencia, etc.
3) Plan Nacional de Cuidados, que apunte a las personas más vulnerables, que conforman la niñez, la ancianidad, las que padecen alguna discapacidad, etc. La misma frenaría la mercantilización de la salud.
4) El cese al pago de la deuda externa, que a su vez se enlazaría con su correspondiente investigación sobre la finalidad misma de la utilización de los fondos, no solo durante el macrismo, donde se fugaron al exterior, sino también por la adquisición misma de la última dictadura.
5) Transición socio-ecológica, que apunte a un paulatino abandono del extractivismo, basado en el cambio de la matriz energética fósil a fuentes más limpias, y el impulso por la producción agroecológica, apoyada por el Estado, en los cinturones urbanos.
Quien escribe éstas líneas, propone dos puntos más:
6) Reforma agraria, que permita avanzar en esa transición socio-ecológica y bajar la densificación que se viven en las grandes ciudades.
7) Nacionalizar el comercio exterior, cuyas cadenas de comercialización hasta los puertos están privatizados en gran parte por multinacionales, cuya generación de dólares no son regulados por el Estado.
Éste último punto, retoma la experiencia del movimiento obrero, donde fue la principal propuesta expuesta en los Programas de Huerta Grande (1957) y La Falda (1962) de la CGT.
Propuestas que luego quedaron fuera de nuestro presente, por el arrasamiento que hubo a partir del golpe policial del Navarrazo en 1974, con el intervencionismo en nuestra provincia desde entonces y con su continuación con el proceso militar de 1976 hasta 1983, que llevó a una sistemática desaparición de personas y la instalación del miedo frente a propuestas de enorme radicalidad.
Si ha quedado un resabio en carne y hueso del mismo, es el propio Zurdo Montoya. Ya que según un informe del periodista Lázaro Llorens, él y su esposa Nora Cingolini (actual vocal de la Agencia Córdoba Cultura) tuvieron como socios en distintas empresas a personas condenadas y acusadas por delitos de lesa humanidad de la ESMA, el mayor centro clandestino de detención del país.
Se trata de figuras oscuras como Miguel Ángel Egea, Jorge Radice y Ricardo Cavallo, éste último fue noticia recientemente, cuando el gobierno de Francia anunció el retiro de una condecoración que éste mismo recibió hace dos décadas por haber sido agregado naval en la embajada argentina en Paris.
Hoy, Montoya es el que se encarga para que la autovía tenga su propio rumbo.
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