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Doble fuego en el Cordobesismo, por Lea Ross.

Doble fuego en el Cordobesismo

Por Lea Ross para Radio Panamericana

A pesar de poseer características geográficas émulas, la situación de la pandemia en la provincia de Córdoba es doblemente peor que en la provincia de Santa Fe. Para el siguiente gráfico, se han tomado los casos confirmados con personas con Covid-19 hasta la fecha del sábado 25 de julio pasado y con los números consensuados a nivel nacional por el Censo 2010 –último conteo oficial del tamaño poblacional-. Sobre éste último, los datos varían por las estimaciones de las provincias en cuanto a su propia población actual, pero a grandes rasgos, las cifras no varían con demasía.

Así vemos ese doblete tanto en el número total de contagiados, como en la tasa de incidencia (número de casos por cada cien mil habitantes de la provincia), a pesar de que ambos tienen un número total de habitantes muy parecidas.

Lo mismo ocurre con la tasa de letalidad, pero no así la tasa de mortalidad, que es cuatro veces superior en Córdoba que en Santa Fe. La tasa de mortalidad refiere a la relación entre el número de muertes provocados por el Covid-19 y el total de la población provincial, mientras que la tasa de letalidad abarca solo a la población contagiada por el coronavirus. Esto quiere decir que un cordobés portadora del coronavirus tiene el doble de probabilidades de morirse que un par santafecino, pero un habitante promedio de nuestra provincia tiene cuatro veces con más probabilidades de morirse de Covid-19 que en el país hermano. Eso explicaría el discursivo punitivista que viene generándose desde la Provincia para denunciar al vecino que se tiene al lado, con tal de no retroceder las flexibilizaciones que se vienen llevando a cabo. Por si fuera poco, de acá a una semana, se conocerá el impacto que tuvo el Día del Amigo, del cual no se

descarta que se haya incrementado la violación del distanciamiento social, sumado a las distintas manifestaciones sindicales que hubo en el centro de la capital cordobesa. Finalmente, la reactivación del sistema de transporte público de susodicha ciudad genera preocupación si eso desencadenara nuevos e inesperados focos de infección. Información que se confirmará para mediados de agosto.

El otro fuego

Para el día lunes de mañana, el Gobierno de Córdoba pagaría unos 13,7 millones de dólares para una parte de la deuda provincia. En particular, a los tenedores del bono CO26, que no alcanza ni la décima parte de su valor nominal, pero que lo requería porque es una de sus fechas de vencimiento, cuya entrega de fondos se debe hacer de manera trimestral hasta en julio de 2026.

Junto con la situación sanitaria, la deuda es la otra cabeza devoradora del Cordobesismo. El parate económico de la cuarentena licuó sus fondos para mantenerse al día con los pagos, en particular de aquellos títulos, que incluso mantendría como garantía los fondos de la coparticipación.

Desde hace dos años seguidos, desde el acuerdo del gobierno nacional de Mauricio Macri con el FMI, los balances de recaudación mensual de la provincia, en comparación con hace un año, vienen dándose a la baja. Sin embargo, en el último registro del mes de junio, la caída tuvo una desaceleración por el combo de los impuestos patrimoniales “que ha ayudado a que la caída en la recaudación total no sea tan pronunciada. El Inmobiliario registró un considerable incremento interanual nominal del 42,7% (2% real), explicado básicamente por una importante mejora del inmobiliario rural (54,7% nominal, 11% real)”.

Como podemos observar en la gráfica, la caída de recaudación ha ido empeorando a partir del inicio de la cuarentena nacional. Pero se ha logrado retroceder a partir del aumento impositivo de quienes tienen sus campos para, entre otras actividades, plantar soja.

Todo esto se debió al revalúo de las parcelas, que empujaron a un incremento en cuanto a la valoración tributaria de las mismas y que venía siendo desactualizada desde hacía un cuarto de siglo. Resulta curioso que un sector tan reacio con los impuestos, más si son progresivos, como es el agroindustrial, no haya generado manifestaciones rabiosas contra esa medida.

Tal vez porque se quedaron tranquilos que justo en el mismo mes, la Cámara 12va del Crimen, de la justicia provincial, decidió frenar el juzgamiento contra un productor de soja para el segundo juicio por las fumigaciones ocurridas en el sur de la ciudad de Córdoba, conocida como “causa madre”, cuyo expediente iba a exponer en plenas audiencias frondosos documentos de análisis referidos a los impactos de los agroquímicos en la salud. Una cosa le compensa a la otra al sector agro-concentrado. Para quienes les interese el caso, pueden leer un informe periodístico de su humilde servidor en el siguiente link:

https://docs.google.com/document/d/1vXrLsOS-iX6Csq5egv4TkLYFM5MYtb9_/edit?usp=drive_web&ouid=109428918265081316696&dls=true

De hecho, cuando se revisa la recaudación que tuvo la provincia en ese mismo mes, vemos que el inmobiliario, urbano y rural, le otorgó a la Provincia unos 1.005 millones de pesos. Con la cotización actual, se asemeja a los 13,7 millones de dólares que pagará Schiaretti a los tenedores del CO26. ¿Compensaciones secretas?

Finalmente, la deuda dolarizada de la provincia se debió en el interés de la Provincia por destinar esos fondos financieros a la ejecución de obra pública. En el caso de los tan temidos bonos CO26, que son títulos públicos a tasa de interés del 7,12% se contrajo para solventar seis de los diez gasoductos troncales que se construyeron en la provincia de Córdoba. Entre ellos, el sistema regional “Punilla II”.

Se trata de una red de alimentación de gas natural, con dos plantas reguladoras a presión, para las localidades sureñas de San Antonio de Arredondo, Tala Huasi, Mayu Sumaj, Icho Cruz y Cuesta Blanca. El siguiente spot de 2018, en plena inauguración, ha sido muy sutil para evitar el nombre de la empresa que construyó esos ramales.

Y es que quien realizó esas tareas fue la brasilera Odebrecht, condenada por la justicia de Brasil por el pago de coimas a funcionarios públicos no solo del país donde nació y se crió, sino que además ha repartido su dinero sucio en distintas regiones del globo, por distintos continentes.

La emisión de bonos CO26, para Odebrecht, fueron emitidas por la ANSES, bajo las órdenes del gobierno de Mauricio Macri. Avaladas por el decreto 1.250/16, firmada por Schiaretti y el ministro de servicios públicos Fabián López, también se contrató de manera directa al Banco de la Provincia de Córdoba y a la conocida financiera porteña Puente Hnos. S.A., para que lleve adelante la emisión y colocación de los títulos. Y que por esta colocación, ambas entidades financieras cobraran 3,3 millones de dólares en conceptos de “gastos variables”.

Durante la gestión de Macri como jefe de gobierno porteño, Puente Hnos. S.A. fue la encargada de colocar, a tasas altísimas en dólares, toda la deuda pública que emitió el PRO. Dicho sea de paso, la empresa constructora de la familia Macri –IECSA- fue socia de Odebrecht para la polémica construcción del soterramiento del tren Sarmiento.

Córdoba debe ser la única región del planeta en donde la constructora brasilera trabajó sin coimear a nadie. Por lo menos, es lo que dicen los funcionarios.

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