Balas y virus en Córdoba

Por Lea Ross para Radio Panamericana

La siguiente gráfica, realizado por el presente portal, muestra la evolución de los casos confirmados por Covid-19 en las localidades más protagónicas del departamento Punilla, que en su totalidad ya superó la barrera de cien casos en total. A partir de determinadas fechas, podemos dividirlas en distintas etapas.

Para los meses de marzo y abril, los principales casos estaban enfocados en las dos principales urbes del Valle, que son Villa Carlos Paz (color azul) y Cosquín (verde), hasta que tuvo un fuerte vuelo el caso de La Cumbre (violeta), que recordemos tuvo el primer caso mortal por coronavirus en toda la provincia, y que fue importado de manera directa del extranjero.

A partir del inicio de la Fase 4, que habilitaba la circulación de las dos terceras partes de la población, La Cumbre se mantuvo planchada desde entonces, y Carlos Paz comenzó a tener su subida. Pero gran parte de la misma se mantuvo como una meseta. Hasta que ocurren los primeros contagios en La Falda (rojo), a partir de un caso importado proveniente de Traslasierra.

Con el inicio de la Fase 5, y con ello la proclama del abandono total del aislamiento y el pase al distanciamiento, La Falda tuvo una tremenda subida, llevándola a convertirse en la ciudad con mayor problemas de Covid-19 en todo el departamento.

Hasta que de repente, con el inicio de la Fase 5, La Falda (rojo) tuvo una inesperada subida. En la mitad de mayo, los gobiernos provinciales y nacionales, advirtieron que el pico de contagios llegaría a ocurrir entre esa fecha y finales de agosto (en la actualidad, para la provincia de Córdoba, no descartan que ahora ocurra para cuando termine éste mes). A partir de allí, Carlos Paz vuelve a tener empuje, y más todavía con los días posteriores al Día del Amigx, donde también tuvo su subida Cosquín, y que en estos momentos, la principal ciudad turística está teniendo un aceleradísimo crecimiento.

Finalmente, tal como lo señala La Estafeta Online, para los últimos casos ocurridos, donde ahora se suma Valle Hermoso y un caso más en Villa Giardino, existe un común denominador: los hospitales de Córdoba.

• El último caso de Giardino se trató de un paciente del Hospital Córdoba, atendido por un infarto.
• Parte de los casos de Cosquín se debió por el contagio de una enfermera coscoína que trabaja en el Hospital Rawson.
• Uno de los últimos casos de La Falda fue por otro paciente que se sometió a una angioplastia en el Hospital San Roque.

Los tres hospitales han sido noticia por brotes de contagio.

Los dos modelos

En un informe pasado, habíamos resaltado la contracara sanitaria de la provincia de Santa Fe con respecto a la nuestra. Viviendo en Córdoba tenemos el doble de probabilidades de contraer el Covid-19 que en nuestra provincia vecina, y un promedio cuatro veces mayor de morir por la pandemia.

Doble fuego en el Cordobesismo, por Lea Ross

La razón de ésta curiosa situación –ya que a grandes rasgos, son dos provincias con un tamaño demográfico muy parecido- la explica el Dr. Oscar Atienza, alguien que viene realizando apreciaciones diarias sobre la pandemia desde las redes sociales. En particular, lo hizo en una reciente entrevista al portal Striptease del Poder:

“Santa Fe tiene un sistema de salud modelo y la gente no camina más de 15 cuadras para encontrar un centro de salud comunitario. Han logrado un control de la enfermedad con la población, involucrándola dentro del sistema de salud y generando una responsabilidad distinta. Les está funcionando porque la cantidad de casos es mucho menor y no tiene zona de transmisión comunitaria.

Cuando hablás de sistema de salud, hay que ver los distintos paradigmas sanitarios: el biologista y el social. El primero prepara el sistema de salud para esperar a la persona enferma, a aquel que ya viene con síntomas. El paradigma social está más parado en el primer nivel de salud, trabaja con la gente en estrategias de prevención y de cuidado de la salud. Lo que queremos en un sistema sanitario es que la gente no se enferme de lo que no debe enfermarse ni muera de lo que no debe morirse.

Cuando veas un ministro de Salud inaugurando terapias intensivas, es porque te esperan en el extremo biologista; si lo ves trabajando con los vecinos, inaugurando dispensarios, está inscripto en el paradigma social.

(…) Acá la mayor parte de las obras está centrada de los hospitales, las terapias, las UTI, que no está mal, pero, en realidad, lo que hay que fortalecer es el primer nivel de atención, con el equipo de salud dentro del barrio, evitando que la gente se enferme. Sin lugar a dudas eso explica una gran parte de la diferencia entre Córdoba y Santa Fe. San Juan tiene ese mismo modelo, San Luis también. Son modelos más sociales”.

Disparos

El 22 de febrero de 2017, en Carlos Paz, Franco Amaya recibió un balazo por la espalda, por parte de un agente de seguridad que trabajaba en un control policial. El oficial Rodrigo Velardo Bustos fue condenado a 12 años de prisión. A partir del caso Amaya, distintos estamentos del Estado Provincial crearon un “Protocolo de control vehicular policial urbano”, un documento de escasas carillas, donde puntean las cuestiones básicas de cómo debe trabajar la policía durante los controles vehiculares.

En uno de sus anexos, referidas a “Situaciones críticas exepcionales (sic)”, se deja en claro que “ningún caso de evasión o fuga se apelará a la persecución por parte del móvil afectado al control vehicular ni al uso del arma de fuego”.

A pesar de eso, Valentino Blas Correa murió en una situación muy parecida a la de Franco Amaya. En estos momentos, hay cinco policías imputados, por sospechas de encubrimiento, al intentar plantar un arma cerca del vehículo donde agonizaba el joven de 17 años. En el siguiente video, realizado por el colectivo cultural La Luna con Gatillo, su humilde servidor profundiza aún más sobre el caso que conmocionó a la capital cordobesa.

Se sabe que por lo menos uno de los policías que efectuó los disparos contra Blas venía ejerciendo sus servicios con el uniforme desde hacía diez años. Así lo testimonió su esposa, durante una entrevista a Telefé Córdoba. Es decir, durante el primer gobierno de Juan Schiaretti (2007-2011).

Dentro del ámbito periodístico, es conocida una cámara oculta que le había realizado el periodista Tomás Méndez, actual figura estrella del canal C5N, al mismísimo gobernador José Manuel de la Sota, en pleno contexto del escándalo de los narco-policías en 2013. En compañía de funcionarios y personas de confianza, la charla venía mechando sobre cuestiones policiales, en particular sobre casos de uniformados que incumplen sus deberes. De la Sota respondió lo siguiente:

“Bueno, ¿sabés por qué es eso? Eso es la promoción 2012. Ahí, lo hicieron equivocar a Juan [Schiaretti]. Yo cuando me fui [del segundo gobierno en 2007], había 12 mil policías. Hoy [2013] hay 22 mil. La promoción 2012 fueron los tipos que no terminaron de cumplir los requisitos de formación académica, que no terminaron de cumplir los requisitos de ingreso, que no terminaron el secundario completo, esa es la promoción que tienen (…) Son los que tienen más sanciones, tienen más faltas y más choques de autos. Se incorporaron un número enorme”.

Hoy, las balas y los virus viajan más rápidos que los vientos fríos de la provincia.