Abrazo al Yuspe

La invitación

Domingo 22 de Mayo a las dos de la tarde, abrazo al Río Yuspe. La cita es ahí donde se conjugan los ríos San Francisco y Yuspe, el Balneario la Juntura de los ríos de Cosquín. Para conocer el motivo de este encuentro, conversamos con el vecino de Cosquín, Marco D‘Angelo. Lo que viene sucediendo en el Valle de Punilla, con la imposición de esta Autovía, ha demostrado la resistencia popular y vecinal a este controvertido proyecto. Acerca de su sentimiento acerca de esta obra, el entrevistado dijo: “Nos tiene angustiado y preocupado, pero también movilizados y dispuestos a poner todo para demostrarle que es una irracionalidad y que esa empresa se tiene que ir de Punilla(…) Si esta obra prosigue va a devastar esta zona”. La Juntura conserva recuerdos de la infancia y juventud de muchos habitantes del Valle. Recuerdos de días interminables bajo el sol disfrutando con amigos. Varios son los que han ido a acampar desde chicos a las ollitas, “donde ahora quieren hacer voladuras, meter un mega puente. Este es un lugar entrañable, y aparte rodeado de un entorno natural maravilloso” agrega el vecino.

La amenaza de esta mega-obra

Marcos dias atrás realizó un registro audiovisual sobre las zonas por donde pasaría la Autovía. Conversando acerca del relevamiento personal del sitio que realizó el entrevistado, le pedimos que nos relatara en detalle su experiencia: “Estuve en Cuello Largo. En primer lugar se ve zona de bosque nativo en excelente estado de conservación, con un índice muy bajo de vegetación exótica, o sea no hay muchas plantas invasoras. La gran mayoría son nativas. Con zonas de captación de agua, es decir vos tocas el suelo en la zona de captación de agua y es una esponja. Si la tocas con el dedo, parece la esponja de lavar los platos. Eso es una esponja que chupa el agua de las lluvias, la mete en la montaña y después tenemos manantiales en pleno invierno cuando no llueve, y arroyos naturales durante toda la estación seca. Eso tenemos ahí. Tenemos una especie que está en peligro de extinción, que es el lobito del Rio Yuspe. Que hay un trabajado de investigación muy interesante de la década del noventa, que se declara a la especie monumento natural, y de interés legislativo. Y bueno todo eso esta amenazado por la mega-obra”.

Arrasando flora y fauna

“Acá tenemos por un lado, el corredor biológico del oeste de Punilla. Es para el puma, para la corzuela y para todos los animales grande y chicos, estos corredores biológicos son un continuo. La Autovía lo que hace, es partir en dos una región biogeográfico, de tal modo de que no haya una conexión, una circulación genética, y eso pone en peligro a todas estas especies de extinción total. Si porque no hay la suficiente diversidad genética. Eso genera graves problemas para la reproducción de estos animales. Y con la flora sucede lo mismo, con la diferencia, la amenaza mayúscula después de la Autovía es que se habrán espacios para el desarrollo inmobiliario, para la provocación de incendios, que sabemos que los incendios no son naturales, sino que son consecuencias del accionar humano. De pronto se abre el espacio para la continuidad de la devastación ecológica sobre la flora. El bosque nativo, que es el área donde se produce el agua que consumen dos millones de cordobeses” añade el vecino coscoíno, dándonos un paneo de la destrucción biológica que conllevaría la construcción de la Autovía de Punilla.

Por la conciencia ambiental

Finalizando la entrevista, se le pido a D‘Angelo, que dejara su mensaje personal sobre esta cuestión. Al respecto enunció: “Mi mensaje simplemente es que tenemos que cuidar nuestra tierra. Que hay otras alternativas para resolver el problema vial, que es un problema innegable. Sin necesidad de destruir nuestro futuro. Porque ahí no solo estamos jodiendo la vida a nosotros, sino a nuestros hijos, nietos, toda la generaciones que van a venir les vamos a dejar un Valle devastado. Una calidad de vida que va ir empeorando, una catástrofe ambiental que se va a ir profundizando. Entonces mi mensaje es eso que tomemos conciencia, que participemos