Salud mental en Punilla: La mirada desde el CeProFa

La historia de Maive

A comienzos de junio, tuvimos la triste noticia del suicidio de Maive en Huerta Grande. Maive tenía 24 años y era alumna del Profesorado Jorge Cavanna. Para profundizar sobre esta delicada problemática conversamos con Karina Lucero del Centro de Protección Familiar de La Falda, que analiza las situaciones de vulnerabilidad en el que se encuentran personas que finalmente deciden quitarse la vida.

¿Por qué ocurren estas cuestiones? “Lo que estamos viendo es un producto de mucho, de sobre todo, personas de diferentes edades, pero sobre todos jóvenes, que no están viendo ningún tipo de proyectos de vida. Pero además, tampoco, lo que estamos viendo es que vienen con historias abrumadoras en lo personal, que a lo mejor no han sido atendidas debidamente en el momento adecuado”.

“En el caso particular de Maive su mamá hizo todo lo posible, ella vivía en Bialet Massé. Hizo todo lo posible para que ella tuviera asistencia, pero ella era muy resistente, venía de una depresión muy grande” menciona Lucero al respecto.

El tratamiento de la salud mental en la zona

“Los nuevos paradigmas que hay con respecto a los temas de géneros, a veces no son bien recibidos en todas las casas (…) A veces los chicos, o las chicas, que deciden vivir otro tipo de perspectiva de género, no la pasan bien o por ahí algún familiar o la sociedad los persigue de alguna forma, o los discrimina. No es fácil. Entonces bueno, se va dando situaciones de falta de proyectos. Vemos muchas situaciones que tienen que ver con el consumo también, tanto en varones como en mujeres. Muchas familias que se llegan porque están desesperadas” relata la entrevistada sobre esta complicada problemática.

La importancia de la salud mental pospandemia quizás no ha sido abarcada por el Estado con la magnitud que en realidad se merece. Si bien algo se ha hecho, queda mucho por hacer. Al respecto, nuestra interlocutora comenta: “Los servicios, como las RAAC`s (Red Asistencial de las Adicciones de Córdoba), por ejemplo que están incorporadas y que tanto se hablan en distintas localidades, por lo menos en La Falda desde que se inauguró, creo que a los dos meses ya estaba con turnos que tenía totalmente completos”.

La actitud del Estado

Sobre algunos de los puntos que habría que rever, uno de los más destacados se centra particularmente en de que modo actúa el Estado ante estos casos. Al respecto, Karina detalla: “En estos casos, especialmente los casos en donde hay personas depresivas, piden ayuda en un determinado momento, y en ese determinado momento hay que asistirlas. O sea, las decisiones se van tomando, se van tomando en el aquí y en el ahora (…) Tendría que haber un número telefónico en distintos municipios, para que las urgencias, o protocolos, por ejemplo en violencia de género, para que en el momento en que una mujer asista al Dispensario, el Dispensario mismo se ponga en contacto con la Casa de las Mujeres. O por ejemplo, en el caso de las escuelas, los profesorados, cuando puedan observar algo, inmediatamente se puedan comunicar”.

La falta de prevención

Los gobiernos locales deberían seguir fortaleciendo las políticas públicas en lo que respectaa la salud mental. Al respecto, la vecina faldense proclama: “Faltan políticas públicas, falta prevención sobre todo. Vos fijate que hay personas que están en estado de depresión hace mucho tiempo, y obviamente que comienzan a veces un tratamiento psicológico y después lo dejan, o psiquiátrico y lo dejan. No hay un seguimiento también para saber porque una persona después no vuelve al consultorio. Debería haber equipos de trabajo en la calle. Yo siempre digo que el principal problema que tienen generalmente los municipios es que las trabajadoras sociales están todo el tiempo en las oficinas y a veces es necesario también que salgan a la calle, a las casas. Si a mí un paciente que ha tenido intentos de suicidio, no viene al tratamiento, a mi me llamaría la atención y trataría de buscarlo”.

El posmodernismo no significa que la sociedad no esté cansada y angustiada.“Veo con mucha preocupación el nivel de depresión, el nivel de cansancio, el nivel de hartazgo” acota la entrevistada, y a su vez agrega:“Sobre todo creo que no tenemos lugares a donde asistir, y ese es un gran problema. A veces las respuestas en lo inmediato suelen ser las policiales, que no son las aconsejables”.

El trabajo social por la salud mental

“Una cosa que es importante y esto lo valoro mucho es que tenemos que informar, desde tanto las áreas de género, las casas de las mujeres, las organizaciones, los medios, darle mucha información de los derechos que tienen las mujeres” esgrime Lucero, y adjunta: “Generalmente los psicólogos le esquivan a este tiempo de pacientes. Porque genera mucha responsabilidad. Por eso queda en mano lamentablemente de muchas ONG`s, que sobre todo son ONG`s, que son donde están, digamos, trabajando en forma voluntaria familiares de personas o sobrevivientes de intentos de suicidios, y a veces acompañados por profesionales y a veces no”.

Las políticas públicas hacia la infancia y la juventud

En la pandemia el sector etario (generacional) más perjudicado seguramente fue el de las niñeces. Ya prácticamente olvidada la pandemia del Covid, quisimos saber como ve la propia Karina Lucero a este sector de la población tan delicada e importante de la sociedad, la que configura el futuro de la misma: “Lo que nosotros notamos por ejemplo en infancias es una soledad muy grande. Y no tiene que ver necesariamente con un padre o una madre que esté trabajando. Hay mucha desavenencia familiares, hay muchas situaciones de violencia que todavía se están escondiendo. Y también hay muchas situaciones de negligencia (…) Sobre todo es la cuestión de afectos. Me parece que está fallando muchísimo, esa cuestión de poder brindar el afecto (…) Hay una cuestión que es mucho más profunda y que tiene que ver con esto de los vínculos, que tiene que ver con las situaciones del apego, que tiene que ver con muchas cuestiones. Pero sobre todo es esto, a nivel de políticas públicas me parece que es importante generar espacios para los jóvenes, pero yo no digo esos espacios en donde no sé, te inauguran canchas, te inauguran un montón de cosas, pero tienen que ser espacios construidos con los jóvenes, donde los jóvenes también pueden incorporar su palabra”.

Ley 26.601: No se cumple en Punilla

“¿De qué cosas tienen ganas? O sea, me parece que también en este momento darle la palabra a los jóvenes no solamente para contar lo que les pasa, como se sienten, o cuales son los problemas que tiene, sino también inclusive incorporarlos en las políticas públicas. Y eso es lo que hacen los consejos de niñez.Ningún municipio del Valle de Punilla ha cumplido con la Ley 26.061 que es la Ley Nacional de Protección por la Niñez, que dice claramente que en todos los municipios tiene que haber áreas locales de niñez, y tiene que haber consejo de niñez. Las áreas locales de niñez, son justamente como serían las áreas de género que nosotros conocemos acá. Y los consejos locales de niñez son espacios donde participan de forma voluntaria organizaciones sociales, pero también la construcción de que los jóvenes vayan incorporándose y los niños también vayan incorporándose en esas políticas públicas.En esas cosas que hay que cambiar dentro de nuestra sociedad, y eso no se está haciendo se está incumpliendo tremendamente” agrega nuestra interlocutora.

La oferta pública de contención debe crecer. “Es necesario que haya varios psicólogos, por ejemplo. Y unas de las cuestiones que nosotros venimos diciéndole a lo que es la parte tanto del Polo de Punilla, el Polo de la Mujer de Punilla, que es provincial como las distintas áreas de género, es que en general hay muchos problemas económicos” dice la entrevistada dejando entrever como muchos pacientes no comienzan el tratamiento por ni siquiera no poder acceder a encuentros previos con los psicólogos. Ante esta cuestión, se nota el ajuste que se está aplicando a nivel socioeconómico en el país. Al respecto de esto, Lucero comenta: “Se están recortando cosas, yo veo las ayudas económicas, se están recortando sutilmente y no nos estamos dando cuenta, y de pronto la desprotección es más grande, entonces terminamos en mayor violencia, en estas situaciones de desesperación”.

Los recursos que faltan

Lo que queda claro en esta entrevista con Karina Lucero, es que los gobiernos locales de la zona no estarían aportando mucho en esta cuestión. “La salud mental de las personas hoy en día está jaqueada por todo lo que hemos estado hablando. Hay realmente problemas graves” esgrime la entrevista, y ya finalizando su conversación en Panorama concluye: “La ley establece, tanto la ley nacional como la ley provincial que la persona que es víctima de violencia puede entrar con una persona de confianza a hacer la denuncia, generalmente en Unidad Judicial y en la Comisaria te dicen que no, pero está en la ley. O sea, por eso digo yo, es importante dotar a las personas de información, para que las personas empiecen a exigirla”.