
Gentileza Foto: La Tinta.
El sinuoso camino de “El Montecito”
Cada vez falta menos para la sentencia en el juicio contra el emprendimiento inmobiliario «El Montecito», ahora llamado «Urbanización del Cigarral», que pretende construir un barrio cerrado de casi 700 lotes en zona de bosque nativo al suroeste de la localidad de Unquillo, en las Sierras Chicas (Departamento Colón).
Con información de La Tinta y Asamblea del Monte de Unquillo.
El 17 de agosto de este año, hace aproximadamente un mes, el juez Leonardo Massimino realizó una “inspección ocular”, la última de las pruebas previstas en el proceso legal que comenzó con la presentación de un Amparo Ambiental Colectivo en febrero de 2019 por parte de la comunidad, con el patrocinio de la abogada Rocío Loza Serra.
El masivo rechazo de la comunidad al proyecto inmobiliario “El Montecito” se expresó -entre otras muchas instancias- en una histórica audiencia pública de cuatro días en septiembre 2018, durante los cuales se expusieron numerosas objeciones a la Evaluación de Impacto Ambiental y diversos argumentos técnicos, legales, experienciales y científicos. El entonces secretario de Ambiente de la Provincia, Javier Britch, le otorgó Licencia Ambiental y el Municipio sostuvo la prefactibilidad en la gestión del intendente Jorge Fabrissin y con la aprobación de todo el Concejo Deliberante. Por esto, para evitar un inminente daño irreparable, la comunidad acudió a la Justicia y, además de denuncias penales, se inició un juicio de Amparo Ambiental Colectivo contra la empresa, el Municipio y la Provincia, a fin de que se dejara sin efecto la Licencia Ambiental otorgada y se preservara el bosque nativo.
En este largo proceso, se han presentado pruebas legales y técnicas, con colaboración de profesionales especialistas de institutos de la UNC y CONICET, organizaciones sociales, culturales, ambientales y el apoyo de toda la comunidad de Unquillo que sostuvo cada instancia. La principal controversia tiene que ver con la condición o no del predio de “zona roja de bosque nativo, de máxima categoría de conservación” donde no está permitido cambiar el uso de suelo y debe ser bosque a perpetuidad, de acuerdo a la Ley Nacional 26.331 y a la Ley Provincial 9.814.
En el año 2014, la Provincia reconoció que, de las 125 hectáreas del predio, 91,5 hectáreas correspondían a zona roja. Este mapa y su informe se encuentran en el expediente, y fueron remitidos en la respuesta a un pedido de información pública en 2018. Sin embargo, argumentando que se encuentra contiguo a zonas urbanizadas y que el bosque se encuentra degradado. Con las pericias, se pudo entrar y corroborar que, además de las 91,5 hectáreas reconocidas como zona roja por la Provincia en 2014, aunque las autoridades lo desconozcan en beneficio de la especulación inmobiliaria. Situaciones que también suceden en otros lados de la provincia, como el Valle de Punilla por ejemplo.
En algunos aspectos, el problema que aqueja a la zona de El Montecito en Unquillo, es similar a la que aqueja al Parque Puma en La Falda: especulaciones inmobiliarias sobre zonas rojas de bosque nativo.
El testimonio de los vecinos
A mediados de agosto en Panorama conversamos con Cecilia, integrante de la Asamblea Ambiental del Monte, de la zona de Sierras Chicas, para conocer de primera mano la movilización de vecinos del Montecito en Unquillo. Las imágenes de esos días eran elocuentes sobre la gran movilización que convocaron desde la comunidad para recibir al juez Massimino que se dirigió a hacer la inspección ocular al lugar.
Al respecto de la manifestación ciudadana, la entrevistada comentó: “Si la verdad que una hermosa convocatoria. Un grupo nutrido, diverso, consciente. Lo veíamos muy difícil para convocar en un horario tan laboral, tan incomodo. Y bueno, más con la pandemia todas las organizaciones quedamos con dificultad de juntarnos, y sin embargo, bueno la magia se hizo”.
Desde las organizaciones sociales y el grupo de vecino se realizó la convocatoria y la comunidad respondió. ¿Cómo se hace para que un juez de lugar a un pedido y se preste a a una inspección ocular? Fue una de las preguntas realizadas a Cecilia. Sobre esto, la vecina respondió: “Fue una de las pruebas que se propuso al inicio del amparo.En el juicio de amparo todas las pruebas se tiene que ofrecer al principio y la inspección ocular la pedimos de nuestra parte. No sabíamos si le iban a dar lugar o no. Y nos parecía importante que viniera a ver. No sé si reconoce mucho del bosque nativo. Ya se hicieron las pericias, pero si nos parecía importante que pudiera ver a la comunidad que si reconoce el bosque nativo y su importancia”.
En este caso estamos hablando de un loteo de 125 hectáreas sobre zona roja de bosque nativo. Detrás de esto hay intereses muy grandes y económicos, por supuesto. Contándonos un poco la historia, la entrevistada relató: “El predio pertenece a la familia Burton. Ahora se integró un fideicomiso, las personas más visibles de la empresa son Lucas Paéz Molina y Gonzalo Más. Son los mismos empresarios de Molvento, un emprendimiento inmobiliario sobre el dique Los Molinos. Que bueno, tiene apropiado una parte de la costa del dique, además de estar sobre bosque nativo y eso. Es esto un fideicomiso, vienen hace muchos años, con este proyecto, queriendo hacer este proyecto, consiguieron los permisos de la Municipalidad de Unquillo, y de la Secretaria de Ambiente. La Municipalidad los autorizó en dos oportunidades con dos gestiones de colores políticos distintos, no hubo grieta en ese sentido. A pesar de que la gestión actual se había comprometido cuando era oposición, a no apoyar el proyecto. De hecho estaban en contra. De hecho militaban en contra del country. Pero bueno, una vez en las posibilidad de decisión, le dieron lugar, le dieron la autorización. En 2018 se hizo la audiencia pública, ahí hubo una masiva participación. Pero bueno, nada de eso llevo a cambiar de opinión las autorizaciones dadas, y la Secretaria de Ambiente le dio la Licencia Ambiental, a pesar de que en el mismo expediente hay un mapa que dice que es zona roja”.
“O sea tenemos a nuestro favor incluso un puntito más, porque bueno, con el problema del mapa de Córdoba, de zona roja, que no es público, que no está georeferenciado, que no está claro que predio corresponde al final a zona roja o no. En este caso si había en el expediente un documento que lo certificaba, que lo firmaba, que lo sellaba que era zona roja. Y después dijeron, no, nos equivocamos, eso lo hicimos solamente en base a la vegetación, en realidad. De las 125 solamente 55 son zona roja. Y bueno, esos 55 la empresa las dejaría como Reserva Privada. Pero una Reserva de 55 hectáreas contiguo a un country de 700 lotes, de 250 metros cuadrados, digamos las condiciones de preservación son nulas, y ademas de que es zona roja. No está permitido desmontar ni veinte hectáreas, ni treinta, ni diez, ni una. No está permitido cambiar el uso del suelo ni siquiera de una hectárea de zona roja, entonces no lo pueden hacer. Por más que este proyecto sea mejor que otro, porque deja ese pedacito de Reserva, eso no quiere decir que sea legal ni que sea bueno” concluyó la vecina en la entrevista realizada en Panorama.