MANDALE FRUTA

Violencias

Según lo que venimos problematizando, las desigualdades de género son estructurales e impactan tanto en mujeres como en personas de identidades de género y orientaciones sexuales que no corresponden a los mandatos patriarcales. Es decir, a nivel simbólico, continúa con el dominio de varones sobre las mujeres en diversos ámbitos de nuestras vidas.

Los modos socialmente admitidos de ser varón o mujer han cambiado mucho con el tiempo y la historia, con ellos las nociones de masculinidad y femineidad. Si bien las canciones, las publicidades, los dichos y refranes muchas veces cargan con afirmaciones del sentido común como “los hombres no lloran” o “las niñas son débiles” que generan emociones negativas en nuestra subjetividad, es por ello que ubicamos la violencia simbólica como una de las violencias invisibles.

Esto muchas veces está legitimado por un conjunto de prácticas, accidentes y formas de vida. Gestos y estereotipos que reproducen una masculinidad hegemónica. En otras palabras, una masculinidad dominante que culturalmente autoriza y garantiza la posición de dominio del varón heterosexual sobre la mujer, las infancias u otras identidades sexogenéricas.

Este sistema da lugar y habilita la violencia de género que se define a partir de una relación desigual de poderes y se expresa en cualquier tipo de violencia, sea física, psicológica o sexual, económica y simbólica ejercida sobre cualquier persona, sobre la base de su género.

Siempre en toda relación de vulnerabilidad hay una persona que sería un opresor y el oprimido o reprimido por esos actos que está haciendo el opresor y además tiene que haber un nivel, o sea, debe existir un nivel de superioridad de la persona agresora hacia el que está agrediendo o sea, hay una gran desigualdad de condiciones. Por ejemplo, por decirte, mis padres, cuando se peleaban, mi viejo estaba en una desigualdad con mi vieja. Por ejemplo, cuando yo lo vi despelearse hace mucho tiempo, mi vieja estaba en desigualdad de condiciones, no podía defenderse.

La violencia sexual sería, entre comillas, necesidad del agresor de demostrar la superioridad y en muchos casos llevando a un ámbito sexual. En teoría va escalando el nivel de violencia. Quizás el primer nivel, por así decirlo, o la primera etapa, quizás sería mejor, sería la violencia física al ser la más rápida o fuerte o más traumática en muchos casos para la persona agredida.

O sea, sí hay, pero no sé si de la misma forma que surgían antes, que eran las… O sea, capaz que ahora porque somos adolescentes. O capaz que yo lo veo así porque en mi entorno no veo así, digamos, violencia física, digamos que se pegan así, pero sí lo que veo que decían es violencia así de prohibición. O verbal.

Poder ver estos micromachimos donde se ejerce una violencia simbólica digamos, que es como bueno “no vayas a tal lado, no hagas tal cosa”. Pero yo sería de ambas partes a veces. Muchas veces claro. Y era de ambas partes, tanto como del hombre y la mujer. A veces las previsiones eran de ambas partes. Yo por ejemplo tengo compañeros que dan así una relación y la prohibición a veces viene de ambas partes yo lo veo de ambas partes y es como que ambos se prohíben cuando en vez de pasarla bien se están prohibiendo cosas pero a mi no sé si eso es una relación. Ahí estaría bueno preguntarse si el amor es una prohibición o con la libertad en realidad o sea si estás en una relación obviamente que tenés que respetar y… como por así decirlo… respetar algunos acuerdos pero no, pero no ir a la prohibición de todo el tiempo, osea, todo el tiempo prohibición y que sea algo tóxico.

En mi casa también esto. Por ejemplo, si mi papá trabaja entre ambos, no es que solamente tiene la plata esa mi papá, sino que siempre le transfiere a mi mamá 50% para que ella también pueda usar esa plata. Y no solamente la tenga mi papá. Y no tenga que estar pidiendo mi mamá a mi papá. Si mi mamá, por ejemplo, le gustaría comerse algo, mi papá dice que se lo compre. Por más a ella piense mucho en nosotros, en mis hermanos y muchas veces ella nos termina comprando algo por comprame a mi hermano. Nosotros siempre le decimos a mi mamá, comprate bobo, que nosotros ya nos compramos, si te venimos no, ellos siempre ponen prioridad a los hijos. Pero también nos gustaría que a veces mi mamá, porque en la familia de ella, no te voy a decir mi abuela por ejemplo, fue mamá soltera y tenía muchos hermanos mi mamá. Y bueno, como que sí había estado muy marcado lo de los roles. En el caso de mi abuela, ella trabajaba, pero ya después eran como que los hermanos eran los hermanos hombres, eran los que trabajaban y tenían que traer obligatoriamente la plata y la comida. Las mujeres no, o sea, las mujeres tenían que quedarse en casa porque tenían que atender a los hermanos y esas cosas. A mí me cuento a mi mamá y a mí no me gusta. Era muy difícil conseguir trabajo para ella porque tenía muchos hijos y tenía que hacerse cargo entonces nunca la llamaba, nunca podía conseguir trabajo le costó mucho y ella caminaba mucho, vivía muy lejos…

Yo por ejemplo, en parte el rechazo porque hay muchas mujeres que yo conozco y como que “ay sos boludo, hiciste una denuncia al pedo si no te hacía nada”, bueno pero a lo que piensan los demás de que no hacía nada y como que también le genera rechazo a la familia o las mismas personas, a sus amigos porque como ah sos boludo como que vas a hacer una denuncia, no sé, hacerte valorar, hacerte cargo. Y no son consejos. Y otra cosa también la exposición que te expones. Después van y dicen che mira, esta persona te hizo una denuncia. Y te expone delante de esa persona y puede resultar mucho más agresiva. O porque se enojó y ahí es donde suelen pasar también mucho los femicidios.

Si sos adolescente y vos o alguno de tus amigos o amigas esta sufriendo violencia, siendo víctima de discriminación, bullying o maltratos por su identidad de género, acércate a un centro de salud, al área de salud mental y tenes derecho a recibir ayuda profesional o comunicate al 144. Allí recibirás la orientación que estás necesitando.

Este proyecto ha sido ganador del Fondo de Fomento Concursable para Medios de Comunicación Audiovisual, un mecanismo de fortalecimiento de la pluralidad de voces y subsidiado por el Ente Nacional de Comunicaciones, bajo la licencia de Creative Common Atribución Compartir Igualdad 2.5 Argentina.