PANORAMA

Jubilados y vecinos se movilizan en La Falda por la crisis del hospital municipal

La Falda, Córdoba – En la mañana de ayer, jubilados y vecinos de la ciudad cordobesa de La Falda volvieron a salir a las calles para manifestarse, preocupados por la situación crítica que atraviesa el hospital municipal. La protesta, enmarcada dentro de una serie de movilizaciones que se vienen repitiendo cada miércoles desde hace más de un año, denunció el progresivo desmantelamiento del sistema de salud pública y la pérdida de derechos sociales.

Entrevista al vecino de La Falda, Juan Vega:

Entre los presentes, uno de los manifestantes, identificado como Juan Vega, expresó su preocupación por lo que considera una “democracia de mediana intensidad”, que permite la protesta pero reprime a quienes la ejercen:

“Los jubilados se manifiestan y son reprimidos en un Estado democrático. Es injusto y contradictorio”, afirmó.

La situación económica de los jubilados fue otro de los puntos clave de la manifestación. Juan Vega subrayó que la jubilación mínima se encuentra por debajo de la línea de pobreza, y que quienes alquilan o deben comprar medicamentos no logran cubrir sus necesidades básicas:

“No alcanza para comer ni para los remedios, y encima nos los quitan”, lamentó.

Uno de los focos centrales de la protesta fue la situación del hospital municipal. Según los manifestantes, el centro de salud ha sufrido un proceso continuo de recorte: de hospital regional a zonal, luego municipal, y ahora se pretende reducirlo aún más, convirtiéndolo en un dispensario.
Juan cuestionó la viabilidad de esta transformación, señalando la distancia a otros centros de salud más grandes y la falta de ambulancias como un riesgo concreto para la población.

Además, se denunció el cierre de servicios clave como cirugía y obstetricia, y la eliminación del programa de seguridad “Ojos en Alerta”, lo que consideran un reflejo del ajuste general que vive el país:

“Parece que han puesto una fábrica de motosierras y la reparten por todo el país”, ironizó Juan, en clara referencia al plan de ajuste del Gobierno nacional.

La protesta no fue solo una demanda puntual, sino un llamado a la conciencia colectiva. Juan Vega pidió a la sociedad que no naturalice la pérdida de derechos ni acepte esta situación como algo inevitable:

“Tenemos que despertar. No podemos seguir pensando con la cabeza colonizada. Esto no es normal”.

Para los manifestantes, lo que está en juego no es únicamente la calidad de los servicios públicos, sino el modelo de país. En un contexto de creciente desigualdad y empobrecimiento de amplios sectores sociales, la protesta de jubilados y vecinos de La Falda refleja un descontento profundo que se extiende por distintos rincones del país.