
Entrevista radial al pediatra Dr. Medardo Ávila Vasquez.
En diálogo con Radio Panamericana, el pediatra neonatólogo Medardo Ávila Vásquez se refirió al juicio oral y público por la muerte de bebés en el Hospital Materno Neonatal Ramón Carrillo de Córdoba capital, un caso que conmociona a la opinión pública y que se encamina a una sentencia con la enfermera Brenda Agüero como principal imputada por homicidio agravado.
Ávila Vásquez, integrante de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH), advirtió que el foco del juicio no puede limitarse al accionar individual de la enfermera, sino que debe investigarse en profundidad la cadena de responsabilidades políticas y administrativas que permitieron que la tragedia ocurriera y se sostuviera en el tiempo.
“Una situación absolutamente extraordinaria. Que mueran bebés sanos en forma inexplicable es algo que no debe suceder jamás. Sin embargo, esto venía ocurriendo desde marzo y recién se hizo público en julio. Eso es un intento deliberado de ocultamiento por parte del gobierno”, denunció el médico.
El profesional explicó que ante la muerte súbita de bebés sanos sin patologías previas, cualquier jefe de servicio “al segundo caso cierra la unidad obstétrica” por protocolo y seguridad. En este caso, no sólo no se cerró, sino que continuaron los nacimientos en un entorno fuera de control.
“Estábamos frente a una situación anómala. Los médicos no querían atender en esa unidad, nadie sabía qué podía pasar, era una ruleta rusa. Y sin embargo, desde el Ministerio de Salud y la dirección del hospital se sostuvo el funcionamiento del servicio para evitar un escándalo que pudiera complicar las elecciones de octubre”, señaló Ávila Vázquez.
También mencionó que años atrás se realizaron experimentos con vacunas en ese hospital, lo que suma antecedentes preocupantes, aunque no vinculó directamente ese hecho con las muertes de 2022. Sin embargo, insistió en que no hubo respuesta institucional ante el colapso del sistema de alerta interno.
La denuncia pública, según relató, se produjo recién en julio, cuando un anestesista y su pareja –madre de una de las víctimas– acudieron a hacer la denuncia formal. Para entonces, ya se habían producido trece muertes, cinco de ellas atribuibles a envenenamiento y ocho a otras agresiones.
Para el médico, la cadena de omisiones no puede finalizar en la figura de Brenda Agüero:
“No puede ser que durante cinco meses se estuvieran muriendo chicos y que el gobernador no supiera nada. Si lo sabía, es cómplice. Si no lo sabía, es inoperante. Esta causa muestra el grado de autoritarismo y deshumanización con el que está funcionando el sistema de salud en Córdoba”.
El juicio por la causa neonatal sigue su curso, pero las declaraciones del Dr. Medardo Ávila Vásquez abren interrogantes urgentes sobre el estado del sistema sanitario, la transparencia gubernamental y la garantía de derechos básicos como el acceso seguro a nacer.
Ávila también se refirió al cierre de salas de obstetricia en el interior provincial y al traslado obligatorio de parturientas a la Maternidad Provincial de Córdoba capital. Según el médico, esta política sanitaria es contraproducente:
“A nivel mundial, desde hace más de 20 años se impulsa que los hospitales sean pequeños, humanos, donde los médicos conozcan a sus pacientes. Pero acá se construyen megainstituciones despersonalizadas. La maternidad provincial realiza entre 7.000 y 8.000 partos al año: es un caos generalizado”.
El desmantelamiento de servicios locales y la falta de presupuesto, incluso en clínicas privadas del interior, obliga a traslados riesgosos para partos y atención neonatal, vulnerando el derecho a la salud de las personas gestantes.