Agua para vivir
Por Asambleón Sierras Chicas para La Tinta
Asambleas Ambientales de Sierras Chicas denuncian la grave falta de agua en los ríos y en los hogares, debido a la destrucción territorial que han permitido los gobiernos locales y provincial por muchos años, junto a las políticas de desmonte, los incendios y el avance del negocio privado. Por el Monte Salsipuedes y las Asambleas de Sierras Chicas que conforman el Asambleón Ambiental a lo largo del corredor convocan a reunirse en la rotonda de ingreso a Salsipuedes el jueves 6 de enero a las 19 horas, con estrictos protocolos de cuidado por la cantidad de contagios por COVID, situación crítica desde el punto de vista sanitario y social.
En medio de la pandemia y ante la falta de respuestas de los intendentes de Sierras Chicas luego de años de reclamos por la gran devastación ambiental de nuestro territorio (producto del desmonte de los bosques nativos, los incendios y el negocio inmobiliario y de canteras, más un planeamiento urbano y un ordenamiento territorial que no se cumplen porque se no realizan los controles correspondientes ni se respetan las leyes de protección ambiental y las legislaciones vigentes en cada pueblo), muchas Asambleas Ambientalistas de Sierras Chicas nos venimos reuniendo para articular nuestras fuerzas ante problemáticas que son comunes a la realidad de nuestra
región.
Una de las más graves -profundizada en los últimos años- es la crisis hídrica, al punto de que no hay agua en los ríos, las cuencas se degradan y en varios barrios de nuestras localidades no hay agua desde septiembre, mucho antes del verano (Salsipuedes es el caso quizás más emblemático). En diciembre llegamos al punto máximo de pasar las fiestas en familia sin agua, en un mes donde se alcanzaron 40 ºC, sin sombra ni río donde refrescarnos y soportar los golpes de calor. Muchas familias, además, estaban aisladas o con COVID, dependiendo del reparto en camiones porque la infraestructura es obsoleta y se pierde agua constantemente -aunque se han hecho obras millonarias en los últimos años, según consta en el presupuesto y lo ha informado el propio Municipio-. A pesar de que hubo “arreglos” y obras (en cisternas, bombas, cañerías), en primavera empiezan los cortes programados y cada vez nos quedamos sin agua más temprano, cuando el agua es un derecho humano inalienable que los gobiernos no están garantizando… Pero además tienen el descaro de difundir el argumento de que “el servicio se ve afectado por el alto consumo de los vecinos”, “por las altas temperaturas”, porque “no llueve” o “porque se rompió un caño central”, desviando las causas profundas del verdadero origen de por qué no tenemos agua en Sierras Chicas -sobre todo, en las zonas altas-.
En el marco de la histórica crisis y emergencia hídrica de nuestra región, que no es de hoy y que cada año mientras crece la población en las sierras obviamente se agrava, reclamamos por la importancia de los estudios y diagnósticos ambientales, la educación ambiental y un planeamiento sustentable, con mecanismos de participación ciudadana que es obligación de los Estados garantizar. Los gobiernos no dicen que quienes tienen pozos privados (con agua que pertenece a la montaña en tanto bien común de la naturaleza y no a los dueños privados) tienen agua, pero el resto del pueblo no.
¿Entonces? ¿Hay agua que muchos tienen y consumen con total privilegio con fines comerciales, pero no hay agua para la población? ¿Hay agua, pero no hay agua? No es solo la falta de lluvias; nuestro clima es seco desde siempre. El problema son las políticas extractivistas, ecocidas y el consecuente desamparo e incumplimiento de derechos vitales.
Como todo derecho humano, el agua es gratuita y universal -parece una obviedad, pero hay que explicarlo para comprender la importancia de sumarnos a reclamar-. Entonces: ¿por qué debemos pagar el agua? El agua se cobra porque se cubren costos de la distribución mediante el sistema de redes locales (cisternas, pozos y cañerías) y eso es lo que pagamos (aunque no recibamos el servicio, qué paradoja). Cada vez más nos están cobrando por “el agua en sí” que deben traer los camiones porque no llega por el sistema de la red domiciliaria, entonces también nos preguntamos de dónde sacan el agua los camiones, viendo los desvíos hacia terrenos y campos privados a lo largo del río. El agua llega con privilegios a algunos sectores, se distribuye con privilegios y se permite un gran consumo sin controles a quienes lamentablemente llenan piletas, hacen un uso con fines de lucro, riegan los patios y lavan los autos en la vereda con el agua de red, algo que está prohibido hace años debido a la emergencia hídrica. Quienes consumimos con todo cuidado y sensibilidad para que no nos falte el agua y tampoco a nuestros vecinos pagamos lo mismo que quien derrocha y no valora los bienes
comunes.
En Sierras Chicas, el suministro proviene principalmente de pozos históricos y nuevos, pero también de Cooperativas de Obras y Servicios Públicos (en el caso de Salsipuedes, por ejemplo, la de Río Ceballos); y los Municipios pagan (o deberían pagar) un canon en función del cupo asignado para el consumo mensual según sus convenios o contratos. En Salsipuedes, varios meses al año no se consumen ni se distribuyen miles de litros que podrían acopiarse (fue una de las propuestas ciudadanas que realizamos vecinas y vecinos de las Asambleas Ambientales al estudiar los problemas de infraestructura del servicio de la red), y que en los meses de verano nos faltan.
Mientras tanto, el crecimiento demográfico en la región continúa de manera descontrolada. Presentamos propuestas, pedidos de informes, amparos por mora en la información pública ambiental ante reiteradas denuncias por desmontes, prefactibilidades que los Municipios otorgan para loteos y construcción de countries en zona roja -áreas prohibidas según la Ley provincial de Bosques-, minería de canteras, contaminación, basurales a cielo abierto, construcciones indebidas, incumplimientos de las leyes ambientales, de los códigos de ordenamiento urbano y códigos de edificación -basta ver el muro en altura construido recientemente en el perímetro de la casa del intendente de Salsipuedes-, e innumerables casos de desprotección ambiental ante los
que no se actúa a tiempo, favoreciendo los negocios privados y el ecocidio, o sea, la destrucción de nuestros bienes comunes inalienables y de su valor y función irrecuperables (aunque luego se proceda a la “restauración”, que lleva un largo tiempo).
De este modo, vemos cómo los gobiernos permiten, en nombre del “desarrollo”, la devastación de nuestras cuencas que son el reservorio natural del agua que necesitamos para abastecernos en todas nuestras localidades. Por el contrario, en lugar de cuidar las cuencas y el monte nativo, la biodiversidad, la cobertura vegetal y los servicios ecosistémicos asociados (agua en los ríos, sombra y frescura en verano, especies animales y vegetales preciosas, sonidos maravillosos de la naturaleza, bosque nativo, perfumes, medicina, alimento, cuevitas y caminos que descubrir, agua en nuestras casas), los gobiernos arrasan con los árboles y el monte, llenan de cemento el paisaje serrano y responden abstractamente a las cientos de denuncias que realizamos las vecinas y vecinos, y nuestras Asambleas. Ningunean la participación ciudadana, permiten la destrucción, aprueban obras sin estudios de impacto ambiental y… la cereza del postre: anuncian soluciones tecnocráticas junto al gobierno del cordobesismo de Schiaretti: obras millonarias, insustentables y costosísimas desde el punto de vista ambiental, como el proyecto millonario del Acueducto Sierras Chicas Norte que trae agua desde la zona glifosatada de la Puerta, empujando la misma con centrales de bombeo a base de energía eléctrica, o el dislocado acueducto Santa Fe-Córdoba (en medio de la bajante histórica del Paraná y en plena zona de agrotóxicos del agronegocio sojero), vulnerando la autonomía de las cuencas. Obras que son grandes negocios generadores de deudas en dólares que deberemos pagar los vecinos, mientras por al menos dos años -el tiempo mínimo de ejecución- seguiremos sin agua y sin soluciones adecuadas a la crítica realidad de las Sierras de Córdoba, destruidas por políticas ecocidas que vulneran nuestros derechos humanos y ambientales.
Cuando te invitan a las sierras de Córdoba a vacacionar al río, te venden humo en un contexto de ríos secos y agua contaminada. En el río de Salsipuedes no hay una gota de agua y en los ríos de Sierras Chicas hay muy poca agua y, por ende, mucho barro. Te venden espejitos de colores mientras los habitantes de las sierras no tenemos agua ni en nuestras casas. Cuando hubo incendios en nuestra zona en el último año -poniendo en grave peligro nuestras Reservas Naturales-, las Asambleas tuvimos que reclamar lo que los gobiernos no investigan y no investigaron, a pesar de sus deberes como funcionarios públicos. No responden, no investigan, permiten la destrucción de las sierras. Entonces nos preguntamos qué intereses representan estos gobiernos -Ejecutivo, concejales y jueces-, ya que no representan al pueblo y no garantizan los derechos más fundamentales a un ambiente sano y sostenible, sin el cual ya no tendremos ni lugar ni refugios donde vivir en muy poco tiempo, ni aire puro para respirar ni silenciosas y frescas noches estrelladas, ni patitas en el río en las infernales tardes de verano de nuestra Córdoba que es cada vez más un desierto.
Si el monte retrocede, retrocede el agua; si vuelve el monte, el agua vuelve.
Somos el Asambleón
Asamblea Por El Monte Salsipuedes
Monte Vivo – Vecinxs Autoconvocadxs de Villa Silvina
Salsipuedes Nopuede Dormir
Asamblea Ambiental Vecinal de Villa Las Selvas
Espacio Wiphala
Radio Comunitaria Curva
Asamblea Sierras Chicas Sin Canteras (SChSC)
Asamblea del Monte de Unquillo (AMU)
Asamblea Vecinos del Chavascate (AVCH)
Mendiolaza Viva
Asamblea Por El Monte Sierras Chicas Norte
Unión Vecinal Villa Cerro Azul
Mesa por el Agua de La Granja
Comunidad Chavascate
Unión Vecinal de Cerro Azul
Vertientes de Saldán
Consejeros Ambientales y Culturales de Villa Allende
Comunidad Saldán Inchin
Vecinxs Autoconvocadxs por el Ambiente de Río Ceballos