PANORAMA

A dos años del acampe contra la autovía, en Molinari se festeja la memoria popular

Por María Eugenia Marengo para CDM Noticias.

Este sábado 18 de mayo, se llevará a cabo una celebración en memoria de lo que significó el acampe vecinal de Molinari en defensa del territorio y contra la autovía. La cita es en el Puente La Candelaria, km42, -ex peaje-, a partir de las 14hs. Habrá feria, radio abierta, música en vivo y merienda.

La memoria es vida, dicen desde la organización de este festival que busca el encuentro para “honrar, celebrar y defender la historia del territorio que habitamos”, y recuerdan cómo aquel acampe, fue desalojado por el gobierno de la provincia de Córdoba, el día 10 de mayo del año 2022 a las 3:40hs. de la madrugada.

Foto: Caminos de las Sierras

La Autovía en Punilla se inició mediante la violencia. Esta mega obra responde al plan de la Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional Suramericana (IIRSA) y al Consejo Suramericano de Infraestructura y Planeamiento (COSIPLAN)instancias de decisión política donde se pretende implementar la integración de la infraestructura de América del Sur, a costa del despojo de los pueblos por los que atraviesan estos mega proyectos. La lógica del modelo extractivista, hace décadas que requiere de sus circuitos de traslado de mercancías y se materializa en la infraestructura para la conectividad entre países y grandes zonas productivas hacia los puertos para la exportación de las materias primas y recursos minerales.

Este proyecto de integración está orientado en beneficiar a determinados sectores de la sociedad, generando un impacto negativo en la vida de las comunidades locales y los ecosistemas naturales. Hoy, la autovía sigue perpetuando la  destrucción de todo tipo de vida a su paso:  “en plena ilegalidad y amparada por un sistema de justicia corrupta”, aseguran desde la organización -Pan y Caramelo-, ex brigada Territorial Yuspe.

En todas partes, es el mismo Estado el que facilita la legislación para que estos emprendimientos se concreten. Asimismo, ante las acciones de rechazo por parte de las poblaciones, el Estado también garantiza que esta lógica de poder funcione, a través de las fuerzas de seguridad -desde sus distintos brazos operativos- que responden con una funcionalidad directa al poder local/provincial/nacional.

Los y las integrantes de Pan y Caramelo explican cómo en aquella fría madrugada se hizo uso de prácticas que nos llevan a los años más oscuros del terrorismo de Estado en nuestro país. Situación que continuó una semana después con represión, detenciones e imputaciones a quiénes se manifestaban de manera pacífica en el acampe.

Eugenia, es vecina del Valle de Punilla y forma parte  de Pan y Caramelo. Cuando piensa en aquella noche, cuenta cómo el 17 de mayo -a la semana de aquel violento desalojo- en medio de la represión en el Puente La Candelaria, se llevaron detenida a una vecina, quien sería la primera de varias presas por luchar en defensa de ese territorio: “Queremos recordar todo eso, que es parte de lo que hemos vivido”.

Eugenia también se refirió a las familias que fueron desalojadas para poder avanzar con la mega obra de la autovía, cómo fueron destruidos los sitios sagrados de las comunidades originarias, y cómo fueron afectadas las infancias con las constantes detonaciones efectuadas:  “el caso de Fran, por ejemplo, donde se puso en riesgo su salud”, recuerda, y así a tantas otras niñeces a quienes se les arrebató la posibilidad del derecho a una vida sana.

“La idea es mantener la memoria sobre lo que hemos vivido en el Valle. Esta lucha contra la autovía  y todo lo que implica, como las decisiones de un gobierno, que no tiene que ver con quienes habitamos el lugar”. Esa no escucha dice Eugenia, pone en evidencia el desinterés por la vida de los gobiernos y las empresas.

“Lo último que nos quedó fue poner el cuerpo”, agrega Eugenia y describe ese proceso de lucha que llevó a varias aristas del conflicto. La indiferencia de la audiencia pública donde se dejó en claro el rechazo a la obra por parte de lxs vecinxs, científicxs y la comunidad en general; las presentaciones judiciales y la instalación del primer obrador en el año 2022, como el momento en que se concretó la ejecución de la obra. “Comienzan a producirse situaciones de extremo conflicto donde vecinos y vecinas lo damos todo para defender al territorio”, asegura Eugenia.

Este 10 de mayo, a dos años de la brutal represión en el acampe de Molinari, integrantes de  la organización Pan y Caramelo, plantaron un tala donde se encuentra el Puente La Candelaria: “es el símbolo de nuestra apuesta a la vida, cómo un árbol protector, cuidado en un lugar que significó muchísimo”.

Ese día realizaron en el taller de cerámica de Julia de Casa Grande unas placas para colocarlas en el Puente de manera definitiva. Defender el territorio no es delito. Aquí existimos y resistimos. Las palabras quedaron grabadas para siempre en la arcilla moldeada por las manos que van dejando sus letras en la memoria de la historia de este Valle de Punilla.

“Creemos que la salida es colectiva”dice Eugenia y se reconoce en esas huellas, donde hubo resistencia y la apuesta por la vida sigue latiendo: “encontrarnos para saberse juntes y darse fuerza, para seguir porque también el avasallamiento está siendo en todos los ámbitos”.

La convocatoria es una invitación a seguir sanando grupalmente las heridas producidas por esta megaobra: “para seguir defendiendo el territorio y los derechos que nos siguen arrebatando”.

Aquellos feriantes que estén interesados/as en participar llamar al: 0351 220-0056

https://maps.app.goo.gl/s34ZWY3q19jt9a1a8