PANORAMA

Seis años de espera: estudiantes de La Falda reclaman poder ingresar a su escuela PROA

Entrevista a padres de alumnos de la escuela Proa La Falda

A seis años de haberse iniciado el proyecto educativo, los estudiantes de la escuela PROA de La Falda siguen sin poder tomar clases en su propio edificio. Pese a que el 23 de abril pasado se entregaron oficialmente las llaves del nuevo establecimiento, el edificio permanece cerrado e inutilizado, y las clases continúan dictándose en condiciones precarias en la Escuela Nicolás Avellaneda.

Romina, integrante del Centro de Estudiantes, expresó su preocupación al aire de una emisora local: “Hace un mes nos entregaron la llave, pero lamentablemente seguimos sin poder habitarlo. Los chicos siguen estudiando en instalaciones prestadas. Ya no hay lugar para nadie. Es una situación insostenible”.

El principal impedimento para el inicio de clases en el nuevo edificio es la falta de equipamiento del comedor escolar del PAICOR, el programa de asistencia alimentaria dependiente de la provincia. Aunque los fondos son enviados por la Provincia al municipio, es la Municipalidad de La Falda la responsable de abastecer a la institución con los insumos necesarios para el funcionamiento del comedor. La falta de claridad en esta responsabilidad compartida ha generado un «teléfono descompuesto» que retrasa la habilitación de la escuela.

Gustavo Carranza, padre de un estudiante, también alzó la voz: “Nos encontramos con la sorpresa de que no se pueden iniciar las clases en el nuevo edificio por la falta del PAICOR. Esta mañana hablé con la secretaria del municipio y me dijo que los fondos que envía la Provincia son insuficientes. Pero esto lo saben desde hace tiempo”.

Además del comedor, aún falta comenzar la obra del espacio destinado a educación física, lo cual requiere la cesión de un terreno adicional, tema aún en discusión entre el municipio y el gobierno provincial.

La comunidad educativa denuncia no solo la falta de infraestructura, sino también la precariedad laboral del personal. “No existe un solo cargo permanente en todas las escuelas PROA de la provincia. Eso significa pérdida de horas de clase y una enorme inestabilidad para docentes y estudiantes”, remarcó Carranza.

El malestar crece ante la falta de respuestas concretas. La comunidad ya ha salido a manifestarse por las calles de La Falda, y se prepara para continuar visibilizando su reclamo. “No estamos pidiendo privilegios, estamos pidiendo un derecho básico: educación pública y de calidad, como lo establece la Constitución Nacional”, enfatizó Romina.

Este martes, representantes del Centro de Estudiantes y familiares mantendrán una reunión con el intendente municipal. Esperan que no sea, una vez más, un encuentro para escuchar excusas.

El caso de La Falda no es aislado. Existen más de 40 escuelas PROA en Córdoba, muchas de las cuales enfrentan situaciones similares de abandono y desidia estatal. Las promesas incumplidas, los plazos que no se respetan y la falta de coordinación entre niveles de gobierno están dejando a cientos de jóvenes sin un espacio digno donde estudiar.

“La motosierra que venía a terminar con los privilegios de la política está cortando, en cambio, los pilares de la educación pública”, concluyó el conductor del programa radial, reflejando la indignación de una comunidad que, después de seis años, sigue esperando una respuesta que no llega.