LA LUNA CON GATILLO

Deuda, corrupción y la mala educación

Foto de portada: el avión estrellado donde murió Juan Chediack, referente de la construcción y de otras cosas que veremos a continuación.

Conversación con Lea Ross en el aire de Panorama (26 de septiembre):

Por Lea Ross para La Luna Con Gatillo.

-Toda esta situación tiene que ver con la deuda que usted contrajo con el Fondo Monetario Internacional…

-¡Upa! Otra vez…

-Y que desde el Gobierno Nacional insisten con eso. ¿Qué tiene para decir?

-Pensé que ya lo habías aprendido a esta altura, de no insistir con esa pavada. Ellos (el gobierno nacional actual) no pagaron un solo dólar. Y le terminaron pidiendo más plata al Fondo de la que nosotros habíamos recibido.

-Pero la deuda existe.

-La deuda existe…

-Y la pidió usted.

-Para reemplazar la que ya existía.

-¿Qué reflexión hace del estatuto del Fondo donde se violaron algunos…?

-Nooo, estás muy mal informado. No te puedo educar en una conferencia de prensa, así que no puedo hacer nada.

Palabras más, palabras menos, así fue la tensionada conferencia de prensa con el ex-presidente Mauricio Macri en Jesús María, el martes pasado. Continuó con una serie de reprimendas con el periodista Luis Sánchez, siendo repelido por militantes y casi detenido por la policía.

El desenlace del registro por celular concluyó con un señor gritando “¿Comunicador de qué mierda sos vos?”, digno para un meme y para que se estampe en una remera.

Consultado por La Luna con Gatillo, Luis confirmó que casi iba a ser llevado a la comisaría de no ser por la intervención de otros periodistas y del mismísimo Juez, (sí, el otro Luis): “Los custodios (de Macri) me sacan afuera y me entregan a la policía para que me lleven detenido. Los canas me agarran de las manos. Y ahí, muchos colegas le decían que yo era periodista. Aparece Luis Juez y les aclara que yo solo estaba preguntando. Ahí se desactivó todo”.

Por lo pronto, desde la radio comunitaria La Ronda, de Colonia Caroya, donde integra el preguntador serial, manifestaron en un comunicado sobre lo ocurrido. Allí pidieron que “el show no nos tape lo que de verdad importa”. Y que sobre la pregunta a Macri referida al Fondo, sostuvieron que “queda en evidencia que hay cosas sobre las que no se puede preguntar”.

Lo que no se puede preguntar

Para hacer más educativa la cosa, remontaremos uno de los textos más profusos que explica la ilegalidad del crédito que contrajo nuestro país. Se trata de un paper titulado “El Acuerdo Stand-By del FMI con Argentina en 2018: ¿Un acto ultra vires?”, publicado el 10 de enero del 2022, en el portal Social Science Research Network, reconocido espacio de difusión internacional sobre ciencias sociales. Fue escrita por Karina Patricio Ferreira Lima, brasileña y con posgrado de Derecho Económico Internacional en la Universidad de Leeds, con el asesoramiento de Chris Marsh, quien había trabajo para el Fondo.

El ultra vires, al que se refiere el título, es todo acto que ejerce un organismo internacional que sobrepasa a sus propias facultades. Para les autores, el acuerdo “violó los propósitos fundamentales del FMI según su Convenio Constitutivo y, por lo tanto, constituye un acto ultra vires”, de ahí que debió considerarse como “inválido y nulo”, como lo establece el Artículo 69 de la Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados entre Estados y Organizaciones Internacionales. Si tienen paciencia y manejan algunos términos técnicos, pueden leerlo aquí.

Marsh y Ferreira Lima sostienen su tesis con dos argumentos. El primero es que “el Fondo no garantizó las salvaguardias adecuadas (es decir: medidas que permitan evitar un daño en la economía) para la provisión de sus recursos generales”. Y el segundo, por la “falta de requisitos de gestión de los flujos de capital adecuados, que el Fondo tenía el mandato legal de solicitar”.

Sobre el primer argumento (la falta de salvaguardias) lo fundamentan con tres “señales de alerta”:

  • La falta de un ajuste externo: según el paper, desde el presente siglo, el FMI abandonó su “foco principal”, que era la demanda de ajuste a las cuentas externas, que es la que engloba importaciones, exportaciones, inversiones, deudas externas, etc. Su humilde servidor agregaría (¿por qué no?) la evasión impositiva lavado en activos extranjeros. En lugar de eso, los programas del Fondo se desviaron por exigir ajustes fiscales (es decir: achicar el gasto público y que la pague la clase trabajadora mediante inflación). El texto sostiene que ese ajuste “no puede generar las divisas necesarias para afrontar los servicios de la deuda externa” y que “sin ese ajuste externo, la fuga de capitales es una respuesta racional por parte de inversores privados“.
  • Poca razonabilidad sobre el análisis de la entrada de capitales privados: el paper expone el siguiente doble gráfico. El de la derecha, muestra el pronóstico que tenía el FMI en 2018 sobre cómo iba a evolucionar la cotización del dólar oficial, y cuánto terminó siendo realmente. El de la izquierda, en la línea celeste, se muestra cuánto iba a crecer, según el Fondo, nuestras reservas internacionales brutas (divisas frescas, no prestadas), alcanzando para el cierre de 2021 unos U$S 90.000 millones. La realidad es que en esa fecha nos quedaron U$S 42.800 millones (línea roja), pero que si descontamos los desembolsos precautorios (U$S 29.500 millones) y una entrega crediticia no programada (U$S 4.300 millones), terminó siendo inferior a U$S 10.000 millones. Es decir: casi U$S 80.000 millones que se “perdieron”. Para este trabajo, eso se debe a que los capitales que se metieron en nuestro país lo dibujaron como “ingresos”, pero que fueron a parar en la bicicleta financiera y se llevaron sus ganancias. Hablando en presente, sería un “programa que se basa en influjos financieros privados irracionales para inflar las reservas internacionales brutas”.
  • Un “agujero negro” en la contabilidad: La última y tercera “señal de alarma” apunta a que las letras de las LEBAC, es decir, los títulos de deuda que aprovecharon quienes “ingresaron” los dólares para canjearla en pesos, invertir en esos activos financieros, cobraron las tasas de interés, se dolarizaron y se la llevaron afuera, dejaron al Banco Central en lo que se llama un déficit cuasi-fiscal que ni siquiera el FMI lo computó en sus análisis. Sumando el déficit fiscal, se superaría “ampliamente los 100.000 millones de dólares hacia finales de 2021“. Por lo tanto, el financiamiento domestico para financiar este déficit tampoco se modelizó”, sostienen.

Por último, en cuanto al segundo argumento (“falta de requisitos de gestión de los flujos de capital adecuados”), el informe académico sostiene que la violación del estatuto del Fondo apunta a lo establecido en el Artículo 1. En particular, los aparados 5 (“poniendo a su disposición temporalmente y con las garantías adecuadas los recursos generales del Fondo, dándoles así oportunidad de que corrijan los desequilibrios de sus balanzas de pagos sin recurrir a medidas perniciosas para la prosperidad nacional”) y 6 (“acortar la duración y aminorar el grado de desequilibrio de las balanzas de pagos”). La tesis interpreta que con eso está obligado el Fondo a controlar los movimientos de capital “cuando sus recursos generales puedan utilizarse para hacer frente a una salida de capital considerable o continua”. Esto es así porque, de lo contrario, “la provisión de financiamiento del FMI no haría sino ampliar la duración y aumentar el grado de desequilibrio”. El Stand-By del Fondo con el gobierno de Macri no tenía ni un solo requisito para evitar ese desmadre, que fue la fuga de capitales.

Hace un mes atrás fue consultado en AM 530 de Buenos Aires, por la tesis de Karina Ferreira Lima, Alejandro Werner, ex-director del Departamento de Occidente del FMI. Esto respondió: “Yo no sé quién es esa profesora. Se ha hablado bastante de este tema. Ya fue estudiado por los mejores abogados sobre tratados internacionales. Si quieren creerle a ese artículo, está bien. Pero si realmente lo creen, ¿por qué en Argentina no abren un caso en la jurisdicción apropiada sobre la legalidad del crédito y, ‘zas’, se acabó?”. Es una buena pregunta, en este caso, para Alberto Fernández o Sergio Massa.

Y voló voló…

Según los informes del periodista Horacio Verbitsky, uno de los tantos empresarios que fugó esos billetes fue José Chediack, cuyo hermano Juan Chediack, referente del rubro de la construcción, murió hace una semana luego que se estrellara su avioneta Beechcraft G36 Bonanza, en un mal aterrizaje en el aeropuerto de la capital de San Luis, donde también perdió la vida el piloto Esteban Asprella; el tripulante Juan Bilasio Barbeito permanece internado. En ese entonces, existían ráfagas de viento superiores a los cien kilómetros por hora. Se supone que el sistema de vuelos debía advertir que esas condiciones climáticas no eran las adecuadas para volar. Según la prensa, la razón de ser del viaje fue para asistir a un evento deportivo. De ser así, se tendría que realizar toda una indagación sobre los descontroles que existirían en este clase de transportes aéreos.

Juan Chediack era el presidente de la constructora José J. Chediack SAICA y fue también presidente de la Cámara Argentina de la Construcción, entre los años 2013 y 2016. Según un informe que realizó La Luna con Gatillo, a comienzos de año, fue la empresa que más fondos públicos recibió durante las dos últimas gestiones del gobernador Juan Schiaretti en Córdoba. Unos U$S 222 millones. Todo para construir el tramo vial del puente “Gobernador José Manuel de la Sota” sobre el lago San Roque, trabajar en parte con el cierre de Circunvalación y por llevar a cabo, en estos momentos, el primer tramo de la Autovía de Punilla, donde incluye otro puente sobre el mismo cuerpo de agua. También por investigaciones del presente portal, la obra vial tendría sobrefacturaciones promedio de alrededor del 40%.

Los dueños del Cordobesismo

El año pasado, el presente portal recibió un mensaje desde la gerencia de un holding empresarial llamado Grupo Phrónesis, cuyo CEO es el mismísimo José Chediack. Resulta que la corporación estaba inquieta con los informes de La Luna con Gatillo, al no aclarar que José y Juan no son la misma persona y que su jefe “no tiene nada que ver con la constructora”.

Sin embargo, ambos hermanos dirigen una empresa de vuelos llamado Ameriflight SA, junto con un supuesto competidor: José Paolini, de la constructora Paolini Hnos. El domicilio que utilizaron es el mismo que utilizó Paolini para crear una sociedad fantasma según los Panamá Papers, y que lo expuso el presente medio.

Como decimos: el sistema de vuelos privados debería tener una mayor regulación.

Relaciones carnales

Mediáticamente, Chediack fue recordado por ser uno de los “arrepentidos” y confesos de haber emitido coimas durante la investigación judicial de la causa de los cuadernos. En particular, por haber entregado bolsos al ministro de Planificación Julio de Vido en el interior de un baño. Eso lo ofuscó a la Cámara Argentina de la Construcción, donde emitieron un comunicado dando el pésame, pero escribieron la mitad de sus párrafos manifestando el repudio a los titulares periodísticos que insistían en hablar de eso, como si pretendieran limpiar una manchita que termina embarrándose más en la prenda.

Por otra parte, la repartición de obra pública tiene como variable también los intereses de los gobiernos para estrechar vínculos con sectores políticos y de gestión que no se encuentran dentro de la órbita electoral y que puedan achicar esa brecha. Así lo hace sospechar los avisos fúnebres del matutino cordobés La Voz del Interior, publicados el 19 de septiembre pasado, donde solo hubo cuatro mensajes de condolencia para Juan Chediack y sus allegados. Llevan las firmas de los miembros del Consejo de Administración de la Fundación Mediterránea y su instituto de investigación IERAL, presidida por el verborrágico pero con peinado acomodado Carlos Melconian, y sindicado de ser el ministro económico de la Pato Bullrich, y de la Delegación Córdoba de la Cámara Argentina de la Construcción. Los dos restantes fueron para dos empresas constructoras: A.PE. SA y Michelotti e Hijos S.A.

A.PE. SA ha tenido jugosos negocios referidos a convocatorias realizadas por el Consorcio de Camineros para la pavimentación de caminos rurales para el transporte de carga de granos. En esos ámbitos, no parece haber muchas entidades que regulen las propuestas financieras, ya que ésta constructora recibió fondos que superaban ampliamente lo estipulado por el Estado provincial, con sobrefacturaciones que llegaban entre el 46% y el 86%, porcentajes muy superiores a otras licitaciones que ha ganado cuando se encarga un ministerio o una agencia.

Y en el caso de Michelotti, los principales negocios que tuvo fueron el proyecto de desagües cloacales para la cuenca media-oeste del Valle de Punilla, ubicado en la ciudad de Tanti, y la construcción del acueducto, también de Tanti. Durante esas obras hasta en la actualidad, Tanti está manejada por el intendente radical Luis Azar. No por azar, a varios peronistas no se les escapó un abrazo que hubo entre Schiaretti y el tantinense, durante un almuerzo para la campaña presidencial del primero, donde el “Gringo” recibió el apoyo de dirigentes radicales serranos, disgutados con la performance de la Pato Bullrich.

Hablemos de corrupción

Pensar la corrupción requiere ser llevada a cabo por fuera de las lecturas de quienes optan por reducir lo político en un hecho policial, como ocurría en los años noventa. Ahora, a partir de los resultados electorales recientes, la corrupción empuja a subrayar la ineficacia del Estado y, por ende, la demanda para achicar su espectro. Todo bajo la tesis de Javier Milei, que plantea que la ecuación no funciona si hay infinitos derechos con recursos finitos. Será menester pensar a cuarenta años de democracia cómo democratizar las instituciones activando una mayor participación para intervenir en las decisiones de manera directa y activa, para evitar el privilegio de unos pocos y no caer en el conformismo del mero “delegadismo”. Con mala educación, se empieza con el pié izquierdo.