PANORAMA

Colapso sanitario en Punilla: el cierre de servicios en La Falda sobrecarga al Hospital Domingo Funes

Entrevista con Verónica Reyes, trabajadora del Hospital Domingo Funes.

Santa María de Punilla, abril de 2025 – La situación del sistema público de salud en el Valle de Punilla se agrava día tras día. Con el reciente cierre del servicio de obstetricia en el hospital de La Falda, el Hospital Regional Domingo Funes se ve forzado a absorber una demanda que ya roza el colapso. Así lo expresó Verónica Reyes, bioquímica y encargada de la guardia, en una entrevista radial con Radio Panamericana.

“El servicio de ginecoptetricia está completamente cubierto de camas. En varios momentos tuvimos que rechazar derivaciones por falta de lugar”, señaló Reyes. La profesional explicó que, además de la atención a las madres, el incremento de partos implica una carga adicional para neonatología y pediatría, afectando gravemente la capacidad de respuesta del hospital.

Desde el cierre del área de obstetricia en La Falda, el Funes ha recibido pacientes no solo de esa ciudad, sino también de Huerta Grande, La Cumbre, Capilla del Monte, e incluso derivaciones desde el sur del valle. “Son minutos y horas vitales las que se pierden buscando dónde derivar un parto. Si no hay lugar aquí, se intenta con Cruz del Eje, La Calera, Alta Gracia o Córdoba capital, pero todo depende de la urgencia y la disponibilidad”, advirtió.

La falta de planificación y el debilitamiento de la red de salud pública generan un escenario de riesgo permanente para madres y recién nacidos. “Si colapsa el Funes, no hay otro lugar en condiciones de atender urgencias neonatales en la región”, lamentó el conductor radial al cerrar la entrevista.

A esto se suma un fuerte malestar entre el personal sanitario por la baja de contratos, la precarización laboral y el temor a represalias. “Muchos compañeros tienen miedo de manifestarse porque no quieren perder su trabajo. Han vuelto los monotributos, las becas, y eso es más precario aún”, explicó Reyes, quien también denunció persecuciones y amenazas con cambios de horarios.

Mientras los trabajadores intentan organizarse para reclamar mejoras, se sienten aislados y sin el apoyo suficiente de la sociedad. “Necesitamos que la comunidad nos acompañe. No solo defendemos nuestros puestos de trabajo, sino el derecho a la salud pública de todos y todas”, expresó con firmeza.

El caso del Hospital Domingo Funes expone con crudeza el deterioro del sistema sanitario en Córdoba, en un contexto de ajuste, recortes y falta de políticas públicas integrales. Si no se actúa con urgencia, la salud pública en el Valle de Punilla podría ingresar en una crisis de consecuencias irreversibles.