El kilometraje de la Nueva Autovía
Por Lea Ross para Radio Panamericana
En base a un análisis sobre el Aviso de Proyecto, presentado por la empresa Caminos de las Sierras ante la Secretaría de Ambiente para la nueva traza de la autovía de Punilla, se puede pronosticar los puntos más polémicos que tendrá la obra durante su evaluación ambiental, incluyendo su instancia de participación ciudadana, mediante una audiencia pública (virtual).
Hablamos de un texto de 27 páginas, que funciona como una previa, o “aviso”, a lo que es un estudio de impacto ambiental, donde ésta misma es el cuerpo donde se especificará los detalles de la obra para medir sus impactos ambientales y sus remediaciones a proponer.
De ésta manera, se sabe que el proyecto se presenta como “ALTERNATIVA A RUTA NACIONAL Nº38”. Tiene una longitud de 43,5 kilómetros de dos calzadas, de dos carriles cada una, de pavimento flexible, con mediana conformada por una barrera física de hormigón del tipo New Jersey y banquinas internas pavimentadas.
Se divide en dos secciones: la primera va desde la Variante Costa Azul, posterior al puente sobre el lago San Roque, hasta la altura de Molinari (21,7 km). Mientras que la otra sección, que se la define como una obra aparte y que tendría su propio estudio de impacto ambiental, alcanza hasta La Cumbre (21,8 km).
Kilómetro por kilómetro
En la primera sección, “se desarrolla en su mayoría sobre un terreno ondulado a montañoso”. Los primeros 2 kilómetros se recorre dentro de la zona urbana de San Roque. A la altura del kilómetro 1,4 (o Progresiva 1+400), se interseca con la Ruta Provincial E-55, “en donde está previsto un distribuidor, incluyendo el cruce a distinto nivel sobre las vías del ferrocarril”. A partir de allí, hasta el kilómetro 3,8, la traza “se desarrolla sobre el eje de la traza actual de la Ruta Provincial E-55 modificando el perfil de la misma con ensanche de calzadas”. Entre ese 3,8 y 4,5 kilómetros, se cruza con la desembocadura del Río Cosquín, donde se construirán terraplenes y un nuevo puente. Luego de eso, la proyectada autovía cruza la Ruta 38, mediante un distribuidor de tránsito.
Al alcanzar los 4,8 kilómetros (o progresiva 4+800), comienza el trazado “por el oeste”. Sus primeros tres kilómetros recorrerán Bialet Massé, “en donde se concentran la mayoría de las afectaciones de viviendas previstas”, aunque en otro tramo del Aviso también advierten que se hará lo mismo en San Roque, ya que las mismas abarcan desde los 1,4 hasta los 7 kilómetros de altura: “Se han identificado 55 de lotes con edificaciones sujetos a expropiación a lo largo de la traza, de un total aproximado de 1000 afectaciones”.
A la altura de la progresiva 6+800, “se prevé un cruce a distinto nivel sobre Avenida Cassaffousth procurado dar permeabilidad a los movimientos urbanos, previéndose también con este fin incluir calles colectoras en los sectores que lo requieran para mitigar el efecto barrera del nuevo trazado”. Y es a partir de la progresiva 7+200 que se inicia el camino con orientación hacia el norte y sur, en paralelo a la 38.
El proyecto prevé crear accesos para las siguientes localidades, con el despliegue de las siguientes construcciones: un acceso al norte de Bialet y Santa Maria de Punilla (9+400), un cruce con el camino provincial T390-1 para acceder a Villa Bustos (12+600) y otro más por el camino provincial S269 para Cosquín (15+800).
Finalmente, a los 19,7 kilómetros, se espera construir un segundo puente. Esta vez, sobre el río Yuspe, para alcanzar finalmente los 21,7 kilómetros en el cruce con el camino de conexión con Molinari.
Acerca de la segunda sección, que se realizaría en una evaluación ambiental aparte, “se desarrolla en su totalidad en un entorno periurbano rural sobre un terreno ondulado a montañoso”. Allí se reconoce que por “las características topográficas de esta zona, el trazado atraviesa numerosos cursos de agua, en donde se prevé la construcción de alcantarillas y/o puentes”. Concluirá con la construcción de un distribuidor del tipo trompeta para concluir sobre la Ruta 38.
Sincericidios
Uno de los momentos más “sincericidas” en el Aviso del Proyecto, aparece en la página 6, cuando reconoce que la traza tendrá cruces “de cuencas hídricas y cursos de agua de valor ecosistémico, de conservación y turístico, además de discurrir por un área de alto valor arqueológico y cultural y por áreas naturales protegidas”. También señala que se impactará sobre bosque nativo, en particular zonas rojas y amarillas, “a lo largo de toda la traza”, con lo cual ya no es más un verbo condicional que la nueva autovía atraviesa o no sobre territorios de alto valor de conservación. En materia flora, se especifica la presencia en “abundancia relativa” del Espinillo, Palo Amarillo, Crotón, Tutía, Alecrín de Campo, Tola Tola, Piquillín, Crotoncito, Tala, Chañar y Moradillo.
Más tarde, debido al cruce en la embocadura del Río Cosquín al Lago San Roque, sumado a otros más sobre 15 arroyos y otro más sobre el Río Yuspe -en el cual se advierte que está a pocos metros de la juntura con el Río Grande para dar nacimiento al Río Cosquín-, el proyecto lo toma como “hitos que deben ser considerados desde el punto de vista ambiental por ubicarse en sectores de importante actividad turística, sectores urbanizados y/o áreas naturales protegidas por diferentes jurisdicciones (provincial y municipal), por sus atributos de conservación”.
A partir de esa última acotación, el texto comete otro sincericidio al asegurar que el trazado “ingresa a la Reserva Hídrica Los Gigantes”, entre la progresiva 19+000 hasta la 20+200, donde la considera “un territorio completivo del espacio biogeográfico y ambiental”, conformada por la Reserva Achala y del Valle del Cóndor.
En otro tramo del texto, también señala el cruce por la Reserva Parque Rio Yuspe-Cosquín (Progresiva 19+800 hasta 20+300) y la Reserva Ecológica Natural y Balneario El Portecelo-1992, a la altura de la Progresiva 38+700.
Como puede observarse, la cuestión hidrológica será un tema central en la discusión, sobretodo en tiempos donde el suministro de agua viene siendo irregular en la región centro de Punilla. Las cuencas del río Cosquín se consideran como “relativamente pequeñas”, en el sentido en que no alcanzan el millar de kilómetros cuadrados. A pesar de eso, el proyecto dice que “son muy sensibles a los cambios de rugosidad o usos del suelo y a lluvias de alta intensidad y de corta duración”.
Para ir cerrando, todo lo que concierne a las implicancias ambientales se sintetizan en el siguiente párrafo:
“Esta área, que se extenderá por espacio de 43,5 km; atraviesa zonas urbanizadas; áreas de interés arqueológico; zonas rojas de bosque nativo; áreas productivas con actividades de cría, minas de extracción de cuarzo, feldespato; canteras de calizas, de áridos; basurales a cielo abierto; zonas de alto valor turístico; áreas naturales protegidas por el estado provincial y/o municipal; numerosas cuencas hídricas, algunos reservorios, cruces de ríos y arroyos; sectores de topografía escarpada que requerirán de voladuras y taludes; distintas condiciones administrativas jurisdiccionales (municipales, provinciales) y de planes de ordenamiento territorial; entre otras”.
Finalmente, el texto continúa con lo siguiente: “Téngase presente que el procedimiento establecido en la Ley 7343 y 10.208 incluye la participación comunitaria, existiendo la oportunidad de incluir ajustes previos a la autorización definitiva, de ser necesario. Este procedimiento implica una dinámica en los Planes de Mitigación y Manejo ambiental que podrán ser modificados ante sugerencias a lo largo del proceso.”
Veremos si será así.
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