ECOTERRITORIAL

La afectación de la salud mental de los vecinos atravesados por la Autovía de Punilla

En esta oportunidad la psicóloga Julieta Arancio, nos comenta sobre las consecuencias del estrés postraumático que producen los impactos ambientales de la Autovía de Punilla en la salud de las personas que viven en cercanías de la traza.

Lo sucedido el pasado sábado en la Feria Agroecológica

El sábado pasado, en territorio de la Universidad Nacional de Córdoba, se realizó una nueva edición de la Feria Agroecológica de Córdoba, que en esta ocasión pudo poner de relieve y sobre la mesa, la realidad de los vecinos afectados de Punilla. Vecinos afectados tanto por las detonaciones, como por los ruidos molestos, y diferentes daños en la vida cotidiana que está causando la ejecución de esta Autovía. Las máquinas machacando las 24 horas, sumado al destrato de la empresa Caminos de las Sierras, que en todo este tiempo no le ha brindado información a los vecinos, forman el cóctel de esta realidad cordobesa.

Los vecinos de diferentes puntos del Valle de Punilla conviven con detonaciones diarias. Esta cuestión vendría a ser una de las partes que el deficiente Estudio de Impacto Ambiental no tuvo en cuenta y omitió que sucedería. Sobre todo esto conversamos en este espacio radial.

Iniciando el relato, la columnista brindó detalles del contexto en que se desarrolló este encuentro en la Feria Agroecológica, que contó con una radio abierta organizada por Radio Revés FM 88.7, emisora de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la UNC. “Entre las principales cuestiones que se abordaron en la Feria fue esta radio abierta” comentó Arancio, que además mencionó a la Feria Agroecológica, como un espacio que cumple con “el objetivo de estas instancias organizativas, que tiene que ver con la circulación de alimentos sanos, libres de agrotóxicos, libres de fumigaciones, alimentos que hacen bien a nuestro organismo, por lo tanto es un factor de salud”.

Lo productivo de la radio abierta

Ya entrando en detalle sobre lo que fue la radio abierta organizada por Radio Revés, nuestra interlocutora comentó sobre el proceso que se inició en la población afectada desde el preciso momento en que empezaron las obras de la Autovía de Punilla, y particularmente sobre la realidad que vive Solange Nievas y su familia: “Se hizo público las denuncias correspondientes por el incumplimiento del Estado frente a la situación de precariedad y vulnerabilidad en que se encuentra Francisco y toda su familia por vivir a poca distancia de la zona de explosivos. Esta denuncia tiene que ver con el incumplimiento de las promesas de la justicia, y de la jueza (Ortíz de Gallardo), que al momento en que se levanta esa cautelar, que fue bastante famosa en su momento, que un juez ordenó, el juez Machado, a detener, a frenar las detonaciones, hasta ver como se podía evaluar el estado de salud de Francisco, y como se lo podía proteger adecuadamente. Finalmente en 24 horas esta cautelar se levantó e hicieron promesas, promesas de construirle un cuarto acústico para que el pueda desarrollar sus actividades normalmente en su casa y no tenga que ser continuamente desplazado como está siendo ahora. Que los niños son permanentemente, una vez al día, dos veces al día, trasladados de su domicilio para amortiguar el daño psicofísico, que producen estas bombas, estas explosiones, en las inmediaciones de su hogar”.

El impacto de la obra

“Es una caso que nos viene poniendo a la comunidad organizada y también a los vecinos autoconvocados, que están siendo afectados por esta problemática. Quienes viven en las inmediaciones del sacrificio ambiental que esta obra ha impuesto para el territorio, vienen sufriendo consecuencias a nivel de todo tipo. Pero principalmente psicofísicas, emocionales, lo cual agrava el estado de salud mental de las personas. Y también mucho más de las personas con discapacidades, que requieren de cuidados especiales, y también de un cuidador personal, para poder desarrollar sus actividades” manifestó Arancio, sobre lo que vienen padeciendo estos sectores de las población punillense, en un territorio donde a su vez reina el oído sordo de las autoridades.

La salud mental

Solange, la madre de Fran, que también estuvo presente en la radio abierta, comentó que “en la actualidad los explosivos están cerca de la escuela donde asisten estos niños”. “Las detonaciones son perturbadoras en lo acústico y también son un factor de stress” razona la licenciada en Psicología. La salud mental que componen todas estas circunstancias estresantes que viven estas personas en su cotidianidad componen la razón principal de este reporte.

Entre las afectaciones producto de estas situaciones, podemos destacar: Problemas en el sueño, ansiedad generalizada, que incluye sentimientos de falta de control, alteraciones en la atención, sensaciones de desorientación, olvidos, ausencias. Todas estas manifestaciones que Solange relata que también le pasan a los otros hermanos de Francisco. Desde la psicología lo que podemos decir es que la ansiedad y el stress son respuestas de alerta frente a una emoción atemorizante, algo que nos produce alerta, algo que nos produce temor. También se pueden tener síntomas físicos, que se pueden estar vivenciando a raíz de esto, como dolor en el pecho, mareos, temblores” agregó Arancio al respecto.

¿De quién es la responsabilidad de atender estas personas? Los responsables directos son quiénes están a cargo de la ejecución de la obra, en este caso, las empresas, Caminos de las Sierras, con el arbitrio del Estado, que han dado autorización para este tipo de obras. Es decir que los responsables directos de estas consecuencias que tienen que ver la degradación de nuestro medio de vida son quienes ejecutan las obras” respondió. “Este tipo de consecuencias no están calificadas dentro de un diagnostico clínico ni tampoco como un trastorno mental, sino que tiene que ver con un fenómeno que es producido por la degradación del medio ambiente, por la degradación del planeta” añadió Arancio.

Profundizando sobre la reflexión de las consecuencias que todo esto provoca a la salud de las personas, la columnista continuó con sus argumentos: “La salud, primero es un derecho humano. El acceso a la salud, y el efectivo ejercicio, es un proceso psicofísico, histórico, social, cultural y biológico, cuya preservación y mejoramiento implica una construcción dinámica relacionada con lo social, partiendo de la presunción de capacidad de todas las personas. Esto está escrito en la Ley de Salud Mental que fue aprobada en el 2010, y que como sabemos es una de las leyes de salud, que bueno hoy están siendo justamente en estos tiempos, puesta en relevancia por las cuestiones presupuestarias, por la falta de presupuesto en el área de Salud Mental. Donde venimos de una historia, en relación a la salud mental, que tiene que ver con el aislamiento, los manicomios, toda la historia bastante tremenda de cual ha sido el abordaje de la salud mental en nuestro territorio. Y bueno, por eso es importante un poco desarmar estos discursos hegemónicos, que por lo general tienden a la patologización de las personas, las que las lleva a estar en un estado pasivo, y la medicalización excesiva de los trastornos mentales”.

La comunidad es el principal factor de poder para acceder a este derecho a la salud mental, tanto a través de la educación, como de la información. En estos contextos de existencia, que son cada vez más complejos Arancio enunció: Cuando estamos hablando de la degradación de nuestro medio ambiente, de falta de agua, inundaciones, sequías extremas, incendios, y esto es lo que pone un poco en jaque muchas teorías, en relación a la salud mental, de que no es una cuestión individual que le pasa a una persona y esa persona debiera responder por su restablecimiento. En este caso estamos hablando de un factor externo que vulnera a un grupo de personas, o a grandes grupos de personas”.