LA DEMOCRACIA COMO BANDERA

¿Libertad o libertario?

Foto: Reuters.

En esta columna de La Democracia Como Bandera realizamos un análisis de lo que significa el triunfo de Javier Milei el pasado 19 de noviembre y su proclamación como nuevo Presidente de la Nación Argentina. Una vez más, la democracia se ha manifestado.

Este presidente electo, Javier Milei ha hecho una campaña basándose en la libertad. Y, ¿qué es la libertad? Porque si frente al enojo, frente a sentir que nos están faltando ciertos derechos básicos, o que nos vulneran ciertos derechos básicos, trasmitir el mensaje de libertad es tomado desde un lugar de necesidad” inicia relatando Gabriela Taborda Varela.

La columnista plantea la necesidad de diferenciar entre los conceptos de libertad y libertario. Al respecto, menciona: “Cuando hablamos de la libertad, en su esencia es un concepto fundamental y anhelado en la vida de cualquier sociedad, sin embargo su interpretación y aplicación pueden variar ampliamente, y es en este matiz que surge una diferencia importante, la distinción entre libertad y libertario. La libertad es un sentido más básico, se refiere a la ausencia de restricciones externas o coerción, es el derecho de los individuos a tomar decisiones autónomas y vivir sin imposiciones injustas, en este contexto la libertad se presenta como un pilar esencial de la democracia y los sistemas políticos que buscan salvar los derechos individuales”.

Por otro lado el tema libertario, conlleva una connotación diferente, y acá es donde tenemos que empezar a conocer este nuevo sistema de gobierno que vamos a tener, calculo que los cuatro años que corresponde, a menudo asociado con ideologías de políticas extremas, el libertarismo, abogado por la máxima libertad individual, y la mínima intervención del Estado en la vida de las personas. Si bien en teoría esto puede sonar atractivo, -uh, bueno el Estado no va a estar presente-, viste que muchos se sentían así como libres, porque no hay Estado, la aplicación pura de esta ideología podría llevar a la ausencia de regulaciones y protecciones necesarias para salvar el bienestar común, y cuando hablamos de bienestar común, es el de promocionar y respetar los derechos fundamentales de la sociedad. La crítica recae en la posibilidad de que el libertarismo, al buscar una libertad total e incondicional, descuida aspectos claves como la equidad social, la justicia y la protección de los más vulnerables. En la practica, la completa ausencia de regulación conduciría a desigualdades extremas y a la explotación de ciertos sectores de la sociedad” agrega Taborda Varela.

Sintetizando su reflexión, nuestra interlocutora esgrime: “En resumen, la libertad cuando se entiende como un derecho básico y equitativo es esencial para el funcionamiento de una sociedad justa.Sin embargo el enfoque libertario, extremo, podría poner en peligro los principios fundamentales de equidad y justicia, que también son fundamentales para una convivencia armoniosa, y de esto vamos a hablar también, la convivencia armoniosa, la clave está en encontrar un equilibrio que preserve la libertad individual sin socavar el bienestar colectivo”.

El presidente electo habla de eliminar el Estado, mensaje muy controversial, porque él como presidente es Estado” razona la columnista. Para argumentar su razonamiento, la comunicadora nos explica:El Estado está compuesto por territorio, población y gobierno. Estos tres elementos trabajan en conjunto para mantener el orden, la seguridad y proporcionar servicios públicos esenciales. En un Estado democrático la participación ciudadana es fundamental, ya que los ciudadanos tienen derechos y responsabilidades, y el gobierno debe rendir cuenta ante ellos”.

Con el modelo Milei se pondría en riesgo la relación sociedad civil – Estado. “Sin Estado y con una vulneración sobre las organizaciones sociales, ¿quién va a dar el mensaje? ¿cómo se va a dar el mensaje? Porque uno de los mensajes que decía la vicepresidenta electa Villarruel, era que si es necesario represión va a haber represión” indica Taborda Varela. Privatizar los medios de comunicación públicos, la salud, la educación, es una forma de tener el poder e influir sobre el pensamiento e ideología del pueblo, y afectar directamente sobre el derecho fundamental de los humanos, la libertad” adjunta.

Sin memoria somos un pueblo muerto. Porque sin memoria somos un pueblo que vuelve a repetir las atrocidades. Entonces no nos dejemos engañar con este concepto que ellos llaman libertad, los libertarios no tienen nada que ver con la libertad” finaliza Gabriela Taborda Varela una nueva columna de La Democracia Como Bandera.