
Cáscara vacía
Una imagen vale más que mil palabras dicen. Y mil palabras pueden no decir nada tampoco. En Córdoba el slogan «economía circular» es un engañoso cliché de los últimos tiempos. El periodista Lea Ross comenzó su columna en Panorama realizando un bosquejo de los orígenes de este slogan y comentó: “Es curioso porque esta es la segunda vez que se hace desde la ciudad de Córdoba, la Cumbre de Economía Circular. Pero antes, no se si recordás, existía otra cumbre mundial, que era la de «Economía Verde». En este caso no la organizaba la ciudad de Córdoba, sino la Provincia en sí. Y habían traído de invitado a figuras como Barack Obama, por ejemplo. Pero el nombre era«Economía Verde», que dentro del empresariado medio que se polemizó con ese término «Economía Verde», porque «Economía Verde» está enfocado específicamente de cómo hacer una economía que trate de reducir los gases de efecto invernadero, para aflojar con el tema del cambio climático y el calentamiento global”.
De Verde a Circular
“Y en general, cuando se habla de reducir la emanación de gases de efecto invernadero, normalmente lo que se demanda es un poco lo que se venía señalando desde frustrados acuerdos internacionales, de reducir la emanaciones de gases y que esto implicaría desde la lógica empresarial, menor productividad, entonces menos renta, y que esto generaría despidos, etcétera. Entonces como al empresariado no le gustó hablar de «Economía Verde», le buscó la vuelta y entonces al escuchar la palabra «Economía Circular» , deciden apropiarse de ella y que el enfoque sea no necesariamente hablar de exigir que haya menos productividad, sino una revaloración de los residuos en sí” añadió el periodista sobre estos juegos de palabras que prefieren desde el empresariado.
Paradojas circulares
La paradoja es visible en esto del verso de la«Economía Circular». Ross nos sigue relatando: “Por un lado Coca-Cola es prácticamente el máximo responsable de contaminación de plásticos. Yo tuve la posibilidad de hablar con un gerente de Coca-Cola preguntándole como vivían esto, de que por un lado sean los principales impulsores de todos estos proyectos, pero a la vez sean los que más botellas de plásticos desechan en los suelos y en los océanos. Lo que me dicen desde la Coca-Cola es que en realidad ellos no desechan las botellas, el que desecha es el consumidor. Con lo cuál en cierta manera hay una especie de filosofía de poner como chivo expiatorio al propio consumidor, al que adquiere la botella y no se hace cargo de poner la botella en un Eco-punto, donde sea. Y después está Holcim que es una reconocida cementera no solo en Córdoba, sino también internacional. Que también viene teniendo distintos conflictos ambientales de distintas índoles”.
Impactos ambientales negativos
“Se genera toda una discusión sobre por un lado como podemos pensar en economías sustentables (…) Hay un dato que dice que todo lo que tenga que ver con actividades económicas que generan impactos ambientales negativos, hay ocho elementos que tienen un rol importante en todos estos impactos: uno, el acero; dos, el aluminio; tres, el cemento; cuatro, el vidrio; cinco, la madera; seis, los cultivos agrícolas; y siete, ganadería. Me falta el numero ocho. Pero básicamente, todos esos elementos serían los responsables de la quinta parte de todos los gases de efecto invernadero, el 95% del consumo del agua y el 88% de ocupación del uso de suelo. Entonces esos son responsable de todos esos impactos, solamente siete u ocho elementos” agrega nuestro interlocutor.
Los usos de la política
Finalizando su análisis, Lea Ross menciona: “No sorprende que en Córdoba se auto-adjudique ser la sede mundial de las experiencias de Economía Circular. A Llaryora le viene bárbaro a la hora de pensar en la construcción de carrera para la gobernación. No sé si decir que es algo nuevo, simplemente contempla que hay toda una demanda en occidente, de que se hable sobre estos temas, sobre todo en Europa. Y ahora bueno otro tema, el tema de Economía Circular tiene que ver con los bio-combustibles, que en cierta manera tratan de despegarse de todo lo que tiene que ver con las normativas nacionales, para tratar de demostrar que la Provincia de Córdoba puede generar combustibles sin depender de restos fósiles, que sea solamente de los cultivos agrícolas, más allá de si esto es posible o no, obviamente hay una cuestión electoral detrás de eso”.