La violencia simbólica

La semana pasada conversamos acerca de la heteronormatividad en nuestra sociedad. En esta ocasión dialogamos sobre la violencia simbólica de sectores políticos y los medios hegemónicos nacionales hacia el colectivo Travesti-Trans. Sobre esta cuestión, Melina menciona: “La violencia simbólica, que esta prohibida por ley, cada vez aumenta más, estamos viendo un recrudecimiento de estas cuestiones que se hacen parecer como de cierta ignorancia, pero no tienen nada de ignorancia. Tienen un objetivo especifico y claro, una postura. Los dichos de Amalia Granata hablando de los Trans. Habla de la idea clara de que hay un posicionamiento o un ataque. Específicamente en este caso por el cupo laboral y los tratamiento de hormonización”.

Los sectores radicalizados

La alianza política ideológica entre Amalia Granata y Javier Milei no es casualidad. Acerca de esto Mazzarotti comenta: “Granata hace tandem con Milei, son una minoría radicalizada(…) No hay que dejar de mencionarla de ponerla sobre el tapete. En su momento Hitler también parecía que era una minoría radicalizada y así termino la historia. Entonces estas cuestiones no las tenemos que dejar pasar, no son inocentes. Entonces tenemos que salir a responder como corresponde, con datos (…) Esta alianza entre Granata y Milei, no es casualidad. Milei habla de cosas que están prohibidas, como cerrar el Banco Central, algo que no se puede hacer así no más (…)Desde estos sectores vienen con la cuestión de que fue el kirchnerismo el que trajo esta ideología. La ley de identidad de Género salio aprobada en ambas cámaras. Los sectores de todas las provincias dieron respaldo a esta ley.”

La Ley 26.743

«La Ley de Identidad de Genero, la Ley 26.743, que cumple diez años ahora dentro de dos meses. Se establece la identidad de genero como un derecho humano. No respetar la identidad de genero es no respetar los derechos humanos. Y ese es el tipo de posicionamiento que tienen este tipo de personas. De avasallamiento, de mantener. Estas cuestiones que hablan de privilegio, que tienen estas personas que mantienen estos mecanismos de dominación hacia las minorías (…) Aquellas ciertas personas que profesan estas ideologías, están vinculadas con los pañuelos, a las dos vidas, al pañuelo celeste. Ahí apareció un juez esta semana que publico un Tweet de un Falcon verde que decía viva la vida en celeste. Aclaremos lo siguiente, esto no es un tema relacionado al aborto, es un estandarte del que pueden agarrarse para diseminar el odio. En un principio cada persona tiene su propia conciencia para decir si esta en contra, si esta a favor, si lo haría o no. El tema es cuando se utiliza eso como estandarte para diseminar odio, para diseminar opresión, para impedir que la gente acceda a derechos. Ahora con caso del cupo laboral ahora vienen diciendo que es una cuestión de privilegios. Que cualquier cupo es una cuestión de privilegios. Esta es una demanda histórica de nuestro colectivo desde hace décadas en nuestro país. Pero aparte es no saber que nuestra Constitución Nacional en el Articulo 75 Inciso 23 establece como una facultad del congreso la de establecer precisamente los cupos para incentivar las cuestiones que la sociedad no lleva de manera automática” comenta detalladamente la columnista.

¿Garantiza los derechos el Estado?

“Las travestis-trans somos seres humanos, tenemos los mismos deseos que las demás personas, no buscamos menos que la igualdad, lo que pasa es que se vulneran nuestros derechos por nuestra propia identidad desde muy temprana edad, la expulsión de nuestros hogares, de los sistemas educativos, se te hace muy difícil insertarte laboralmente (…) El Estado tiene que garantizar los derechos porque son cuestiones de salud. Y entonces esa proclamada igualdad ante la ley implica eso mismo. Que la igualdad ante la ley hace que el plan que aborde estas cuestiones de salud publica es parte del Estado. Hacen una mescolanza de cosas, que no es de manera inocente, y eso es lo que la gente tiene que advertir. Conocen bastante del tema, pero tienen este posicionamiento sesgado, autoritario, arbitrario y todo lo contrario al estado de derecho” cierra su columna Melina Mazzarotti, llevándonos a todos como sociedad a una profunda reflexión.