LA DEMOCRACIA COMO BANDERA

En Córdoba la salud está en coma

Gentileza Foto: La Tinta.

En esta nueva columna de La Democracia Como Bandera a cargo de Gabriela Taborda Varela, conversaremos sobre el derecho básico del acceso a la salud. La salud tiene que poseer una concepción de carácter integral.

La columnista cuenta con su hija que posee problemas de salud, y que a partir de la ejecución de la obra de la Autovía de Punilla, estos problemas de salud se han profundizado. El contexto que viven se asemeja al que sufren Fran y su familia en Cosquín. ¿Cómo resulta la convivencia de los vecinos con la obra de la Autovía de Punilla? Para nada positiva. El Estudio de Impacto Ambiental no contemplaba a las personas con discapacidad, y son esas personas las mismas que están sufriendo las consecuencias de este “progreso”.

La columnista inicia relatando: “No nos olvidemos que fuimos varias personas que en la audiencia pública virtual hablamos de lo que podía llegar a suceder. Yo expuse la situación personal, y expuse el temor que tenía frente sin saber por supuesto, pero uno tiene un cierto sentido común y me imaginaba que estas cosas iban a suceder. Porque el solo hecho que contaminen el agua, ya es un consecuencia importante significativa, que afecta al organismo. Porque yo estoy hablando de mi hija, de mi hija con discapacidad, pero también tengo que hablar de las consecuencias que le deja a mi otra hija que no tiene discapacidad, a mi otro hijo que no tiene discapacidad, a mí porque a veces pasamos noches sin poder dormir por el ruido. Entonces esto está afectando a la comunidad en general. Pero sí, las personas con discapacidad, así como Fran lo sufren mucho más”.

El Estudio de Impacto Ambiental de la Autovía de Punilla es poco serio. “No es la primera experiencia que tenemos sobre lo que es el impacto ambiental. Entonces venimos como ya construyendo esa forma de vida, de vivir como si estuviésemos en una guerra, todo el tiempo, detonaciones, ruidos de máquinas, ruidos de que te están cortando los arboles alrededor de tu casa. Y todo eso afecta” añade Taborda.

En Córdoba, la salud está en coma, desde la Comisión de Salud de la Mesa de Derechos Humanos de Córdoba, se preguntan: ¿El acceso a la salud es un tema de recursos económicos? En referencia a este planteamiento nuestra interlocutora adjunta: “La Comisión de Salud de la Mesa de Derechos Humanos denuncian que la salud mental en la provincia es acuciante. A pesar de que se recomendó a través de un fallo judicial para que el Ministerio de Salud provincial tome medidas al respecto todavía no se conforma el órgano revisor de salud mental en Córdoba, como establece el artículo 38 de la Ley Nacional de Salud Mental, sancionada hace trece años. La Ley Provincial 9848 no se cumple en su totalidad, la falta de dispositivos, como casas de convivencia, hospitales de día, provocan un desborde en las instituciones”.

En Córdoba, el usuario de salud mental está a la deriva. Reflexionando sobre este tan manoseado concepto, que conocemos como “salud”, la columnista esgrime: “El Doctor Ramón Carrillo, cuyo ministerio nace porque un día se preguntó, cómo puede existir un ministerio para las vacas, y no hay para las personas, decía, –hay que pensar en el enfermo como un hombre o mujer que trabaja, como un padre o madre de familia, donde distintas condiciones y circunstancias de vida pueden influir en su salud, mucho más que en la glucosa alta de la sangre-”.

En esta época la salud se está convirtiendo en una cuestión netamente comercial. El coseguro que están sumando a las obras sociales desde las instituciones sanitarias privadas para realizar una consulta médica (de $6 mil) nos ejemplifica a las claras esta situación. “Las empresas de salud brindan servicios, pero su principal objetivo es generar ganancias. Solo un sistema salud administrativo responsablemente administrado por el Estado garantiza el derecho a la salud de los y las ciudadanas” reflexiona Taborda Varela.

Cerrando la columna conversamos con Claudia Ortega, enfermera en el Hospital de Villa Dolores, que nos cuenta acerca de la situación hospitalaria y la salud pública en la provincia. “En su mayoría creo que estamos pasando por lo mismo, hace varios años que venimos reclamando las faltantes de gente en todos los servicios, de ambas leyes, de la Ley 7233, y la 7325. Hoy día hay compañeros que están trabajando con varias guardias para poder cubrir y poder brindar un servicio a la comunidad. El tema de salario también es una lucha permanente, el tema de los insumos. A todo esto este año se agrega algo que es muy preocupante, el tema de los comentarios de un sector político de colocar coseguros y modificar el sistema de salud público, gratuito y de calidad que hemos tenido siempre y que hemos sido ejemplo. Eso es algo que hoy día nos esta preocupando mucho a los trabajadores, ya estamos viendo algunos sectores privatizados. Entendemos de que la privatización nos lleva a tener una mirada en la salud que es un derecho y que la vean como si fuera un negocio. Esto es algo que preocupa, que preocupa mucho, ya tenemos coseguros en nuestra provincia el APROSS de la cual tenemos varias quejas, varias dificultades. Hay zonas donde la gente está pagando hoy día coseguros más elevados de los que estipula realmente esta institución que es el APROSS, entonces eso preocupa muchísimo. Nosotros seguimos pidiendo y bregando por una salud pública, gratuita y de calidad, y esperamos que sigamos con este sistema” dijo la enfermera Claudia Ortega.